TOKIO — Los seguidores de los osos panda nacidos en Japón se despidieron entre lágrimas de sus ídolos Xiang Xiang, el “superpapá” Eimei y sus hijas gemelas, que el martes fueron enviados a China para cambiar su hogar en el zoológico por una instalación protegida en la provincia de Sichuan.
Cientos de personas que esperaban fuera del zoológico de Ueno de Tokio, sacaron fotos, se enjugaron las lágrimas con pañuelos y saludaron al camión blanco que transportaba a Xiang Xiang mientras pasaba lentamente a su lado rumbo al aeropuerto.
Otros acudieron al aeropuerto internacional de Narita para dar su último adiós al despegar el avión que transportaba a Xiang Xiang.
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El domingo, la última visita pública a Xiang Xiang se limitó a 2,600 afortunados que ganaron sus boletos en un sorteo sumamente competitivo de más de medio millón de solicitantes.
Xiang Xiang fue acompañada por dos miembros del personal del zoológico en el vuelo a Chengdu. Se encontraba en buen estado de salud y relajada durante su proceso de salida en el aeropuerto, donde comió sus bocadillos favoritos: brotes de bambú y manzanas, tuiteó el zoológico de Ueno.
El director del zoológico de Ueno, Yutaka Fukuda, declaró que la echará de menos, ya que la había visto crecer desde su nacimiento en 2017. “Quiero darle las gracias por hacer feliz a tanta gente”, dijo. “Confío en que contribuirá a la investigación sobre la conservación de los pandas tras completar su viaje sana y salva”.
Xiang Xiang, la primera panda concebida de forma natural en el zoológico, iba a regresar a China en diciembre de 2020, pero su viaje se retrasó debido a la pandemia de coronavirus.
China envía pandas al extranjero como muestra de buena voluntad, pero mantiene la propiedad de los animales y los cachorros que les nacen. Son la mascota nacional extraoficial china.