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Deportan a exguardia de campo de concentración nazi que vivió en EEUU por seis décadas

Telemundo

MEMPHIS, Tennessee - Un exguardia de un campo de concentración nazi de 95 años fue deportado de Estados Unidos y llegó el sábado a su Alemania natal, luego de vivir en territorio estadounidense por más de 60 años.

Según el Departamento de Justicia, Friedrich Karl Berger admitió ante las autoridades estadounidenses que sirvió como guardia en un campo en el noroeste de Alemania, que era un subcampo del campo de concentración de Neuengamme, en donde hubo cerca de 100,000 prisioneros entre 1938 y 1945, y al menos 42,900 muertos.

Sin embargo, Berger dijo que fue guardia solo por algunas semanas cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, pero dijo que no vio ningún abuso o asesinato, según los fiscales.

Berger admitió que protegió a los prisioneros para evitar que escaparan. También acompañó a los prisioneros en la evacuación forzada del campo que resultó en la muerte de 70 presos.

Según una declaración de ICE, Berger sirvió en el subcampo cerca de Meppen, Alemania, donde los prisioneros -rusos, polacos, holandeses, judíos y otros - fueron retenidos en condiciones "atroces" y fueron explotados laboralmente "hasta el punto de agotamiento y la muerte".

La agencia de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que Friedrich Karl Berger fue enviado de regreso a Alemania por servir como guardia de un subcampo de concentración de Neuengamme en 1945.

El caso fue investigado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Berger, quien vivía en EEUU desde 1959, recibió la orden de deportación de un tribunal de Memphis, Tennessee, en febrero de 2020.

El exsoldado tenia 17 años cuando era un guardia en un campo de concentración en Polonia.

Las autoridades alemanas confirmaron que Berger llegó el sábado a Frankfurt y fue entregado a los investigadores estatales de Hesse para ser interrogado, informó la agencia de noticias DPA.

Los fiscales alemanes en la ciudad de Celle investigaron la posibilidad de presentar cargos contra él, pero dijeron en diciembre que habían archivado la investigación porque no habían podido refutar su propio relato sobre su servicio en Neuengamme.

Sin embargo, los fiscales de Celle pidieron que lo interrogaran nuevamente a su regreso a Alemania para determinar si se podían presentar cargos de cómplice de asesinato, dijo la policía.

En los últimos años, los fiscales alemanes han argumentado con éxito que al ayudar a que un campo de exterminio o un campo de concentración, los guardias pueden ser declarados culpables de cómplices de asesinato incluso si no hay evidencia de que hayan participado en un asesinato específico.

A Paquita González, Jourdà como apellido de casada, le hicieron una foto de niña, el típico posado de la época, una de las escasas posesiones que le confiscaron a su padre, Francisco, cuando ingresó en un campo de concentración nazi y que ha podido recuperar gracias al historiador asturiano Antonio Muñoz.

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