Pompeo logra liberación de estadounidenses en Norcorea

El presidente confirmó que el secretario de Estado estaba volviendo con los tres ciudadanos.

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, visitó este miércoles Pyongyang, por segunda vez en menos de un mes, en el último movimiento de una frenética actividad diplomática para preparar la histórica cumbre que celebrarán Washington y Pyongyang.

Más allá de gestionar la cumbre entre Trump y Kim Jong-un, el funcionario logró la liberación de tres presos estadounidenses que el régimen mantenía detenidos, algo que confirmó el presidente este miércoles a través de su cuenta de Twitter. 

"Pompeo está en el aire con los tres caballeros de vuelta de Corea del Norte", escribió Trump. "Parecen estar bien de salud". 

Durante la visita, cuya duración e itinerario se desconocen, el jefe de la diplomacia estadounidense buscaba ultimar los detalles del histórico encuentro que celebrarán el presidente de EEUU, Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, y del que de momento no se ha fijado el lugar ni la fecha.

Pompeo, que se reunió con el responsable de relaciones intercoreanas del régimen, Kim Yong-chol, aprovechó para lanzar el mensaje de que los dos países pueden resolver su conflicto y acabar con las amenazas "trabajando juntos", según las declaraciones recogidas por los medios estadounidenses que le acompañan.

El viaje llega, sin embargo, en un momento especialmente delicado después del que Trump anunciara el martes que cancela el acuerdo nuclear con Irán y que Washington volverá a retomar las sanciones contra Teherán en lo que algunos creen que podría servir de declaración de intenciones para Pyongyang ante la citada cumbre.

El propio secretario de Estado dijo a los periodistas en el avión que lo ha llevado a Corea del Norte que no hay intención alguna de "aliviar las sanciones" al régimen de Kim Jong-un progresivamente.

El jefe de la diplomacia aseguró que los castigos se levantarán solo cuando se logre el objetivo mencionado repetidamente por Washington en las últimas semanas y subrayado de nuevo por él: "la completa, verificable e irreversible desnuclearización" de Pyongyang.

El mensaje parece insistir en la línea dura que Trump ha apuntalado con la designación de varios "halcones" -entre ellos Pompeo- desde que en marzo se anunciara por primera vez que podría haber cumbre con Kim, y que sugieren que Washington podría proponer a Pyongyang un desarme atómico integral como el acordado en su día con la Libia del dictador Muamar al Gadafi.

El viaje del secretario de Estado, que dijo desconocer si se reunirá con Kim Jong-un en esta ocasión, ha involucrado por el momento una reunión con el responsable de relaciones intercoreanas del régimen, Kim Yong-chol.

Kim Yong-chol fue una de las figuras clave que viajó al Sur para la celebración de la cumbre del 27 de abril entre Kim Jong-un y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en la que ambos países se comprometieron a trabajar por la "total desnuclearización" de la península coreana.

Por lo recogido por los periodistas que viajan con Pompeo, entre ambos todo parecieron buenas palabras.

Los dos manifestaron su "esperanza" de que Washington y Pyongyang puedan trabajar para resolver sus diferencias y Pompeo incluso alabó a Kim Yong-chol, al que definió como un "gran compañero" con el que trabajar para concretar la cumbre entre los líderes de ambos países.

Sin embargo, la propaganda norcoreana quiso advertir a su vez a EEUU sobre la fragilidad del actual acercamiento, instando al gobierno Trump, en un editorial del diario Rodong, a no endurecer la retórica para no "dañar el buen ambiente excepcionalmente generado para las conversaciones" entre los dos mandatarios.

Con respecto a la histórica cumbre, Pompeo expresó su esperanza de volver de Pyongyang con una fecha y una sede concretas.

Hasta ahora, Casa Blanca ha dicho que la reunión, que sería la primera en la historia entre líderes de Corea del Norte y EEUU, será a finales de mayo o principios de junio y que se barajaban varios escenarios, entre los que figura Singapur y la frontera entre las dos Coreas, por la que Trump ha expresado preferencia.

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