Obama y Raúl Castro hablan de derechos humanos

Antes de las conversaciones oficiales, el presidente Obama rindió homenaje con una ofrenda floral a la estatua del prócer José Martí,

El presidente Barack Obama y su homólogo cubano Raúl Castro ofrecen declaraciones tras reunirse este lunes, en el segundo día de una histórica visita a Cuba por parte del mandatario estadounidense.

Obama y Castro sostuvieron conversaciones oficiales en el Palacio de la Revolución, escenario del tercer encuentro entre los dos presidentes desde el anuncio del restablecimiento de relaciones, aunque el primero que se produce en el territorio de la Cuba revolucionaria.

Tras la reunión bilateral, esta se amplió a las delegaciones oficiales del Gobierno cubano y estadounidense y ambos mandatarios ofrecieron una rueda de prensa conjunta.

Castro destacó la disposición de su Gobierno a seguir avanzando en la normalización de relaciones con Estados Unidos en una declaración junto a Barack Obama, donde insistió en que el bloqueo sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo de su país. "Ratifico que debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada, que implica respetar y aceptar nuestras diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación", dijo.

Recordó que en los 15 meses transcurridos desde el anuncio del restablecimiento de relaciones, ambos países han avanzado en resultados concretos como la restauración del servicio postal directo o de los vuelos directos regulares el próximo otoño, entre otros progresos.

"Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de los EEUU", expresó el mandatario cubano, quien reconoció no obstante la disposición del presidente Obama y sus reiterados llamados al Congreso estadounidense para que se ponga fin a esa política.

Calificó de "positivas" las últimas medidas de Washington para aliviar los efectos del embargo, aunque "no suficientes".

"El bloqueo continúa en vigor y tiene componentes disuasivos y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial", indicó Castro, quien en su reunión con Obama le puso ejemplos para mostrarle las "consecuencias negativas" para Cuba que tiene esa política.

Tampoco olvidó reclamar la devolución de los terrenos de la Base Naval de Guantánamo, que junto al embargo, dijo, son los principales obstáculos para tener relaciones bilaterales plenas.

Por su parte, Obama reconoció que "el destino de Cuba no debe ser decidido por EEUU o ningún otro país", aunque advirtió que su país seguirá reclamando el derecho del pueblo cubano a decidir su destino, incluyendo la libertad de expresión.

"El futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y no por nadie más", aseveró Obama en una declaración a la prensa tras una reunión de más de dos horas con su homólogo cubano. No obstante, advirtió que EEUU seguirá presionando en favor de la democracia en Cuba y del respeto de derechos como la libertad de expresión, de asamblea y de culto religioso.

"Después de cinco décadas de relación difícil, Cuba y EEUU tenemos todavía serias diferencias, como sucede con el tema de los derechos humanos y la democracia, asuntos sobre los que hemos mantenido conversaciones muy francas y sinceras", afirmó.

El presidente admitió "carencias" en el ejercicio de los derechos humanos en su país, apuntadas en su intervención por Castro, y agradeció a su homólogo "ese diálogo constructivo" a medida que los dos países avanzan en la "construcción de una nueva relación".

"Creemos que cuando compartimos nuestras más profundas creencias e ideas al respecto, sobre la base del respeto mutuo, los dos países podemos aprender y mejorar la vida de nuestros pueblos", subrayó Obama.

Según contó, en su encuentro en la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril de 2015, Castro le garantizó que podrían hablar de "cualquier tema" y ahora "todos los temas están sobre la mesa".

"Parte de normalizar nuestras relaciones significa poder discutir directamente sobre nuestras diferencias y por eso estamos satisfechos con el diálogo sobre derechos humanos que iniciamos en el último año", indicó Obama.

Obama también aseguró estar convencido de que el embargo económico que su país mantiene sobre Cuba desde hace más de medio siglo "va a terminar". Sostuvo que el hecho de que cerca de 40 legisladores, entre ellos varios republicanos, le acompañen en este viaje a Cuba es una muestra de que existe cada vez más presión dentro del Congreso de EEUU para poner fin al embargo.

Según Obama, esa política vigente desde hace más de 50 años "no ha servido a los intereses" de EEUU ni a los del pueblo cubano. El mandatario recordó que él ha tomado varias medidas ejecutivas para relajar las restricciones del embargo, pero que su eliminación completa depende del Congreso estadounidense, cuyas dos cámaras controlan en la actualidad los republicanos.

También dijo que su Gobierno continúa evaluando algunos "aspectos técnicos" del embargo para determinar si es posible adoptar más flexibilizaciones. "Lo que hicimos por cincuenta años no sirvió ni nuestros intereses ni a los cubanos. Si seguimos haciendo algo repetidamente que no ha funcionado, tiene sentido intentar algo nuevo", indicó el presidente estadounidense.

"No vemos a Cuba como una amenaza para Estados Unidos", expresó también Obama en un momento de la comparecencia junto a Castro.

A una pregunta de un reportero sobre los derechos humanos, Castro lo desafió a presentarle una lista de presos políticos en la isla y le garantizó que si realmente existen quedarán libre esta misma noche. "Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos", dijo al responder a una pregunta sobre ese asunto al final de la conferencia de prensa.

Obama también afirmó que se mantiene "optimista" sobre lograr un acuerdo de paz en Colombia, al agradecer al régimen cubano por facilitar las conversaciones en marcha entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.

Como es habitual en estas visitas de alto nivel, antes de las conversaciones oficiales, el presidente Obama rindió homenaje con una ofrenda floral a la estatua del prócer independentista y héroe nacional José Martí, en la emblemática Plaza de la Revolución, donde hay también una efigie del Che Guevara.

Esta tarde, el presidente asistirá a un foro de negocios entre líderes empresariales de EE.UU. con representantes de compañías estatales cubanas y del incipiente sector privado de la isla, cooperativas y los llamados "cuentapropistas" o emprendedores.

El Gobierno de Estados Unidos ha expresado en varias ocasiones su intención de ayudar al desarrollo de ese sector emergente que se abre paso en Cuba y que está modernizando su economía.

Por la parte estadounidense, participarán en ese encuentro el fundador de la empresa estadounidense de alquiler de viviendas particulares Airbnb, Brian Chesky; el director administrativo y asesor general de la cadena hotelera Starwood, Kenneth S.Siegel, el consejero delegado de PayPal, Daniel Schulman; además del chef español José Andrés, que posee varios restaurantes en EEUU.

También participará en ese foro el cubanoamericano Saul Berenthal, cofundador de CleBer, la primera empresa estadounidense que consiguió, el mes pasado, licencia del Departamento del Tesoro para instalarse en Cuba, en concreto una fábrica para producir tractores en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, proyecto del Gobierno de la isla para captar inversión extranjera.

La agenda de Obama del lunes concluirá con una cena de Estado, ofrecida por el presidente Raúl Castro, en el Palacio de la Revolución.

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