El robo de combustible provoca explosión; 4 heridos

Robaban combustible cuando se desató el infierno. Roberto ardió en llamas y apenas se movía por el dolor. El fuego consumió su ropa y la piel de todo su cuerpo.

Otros dos hombres también resultaron heridos, debido a que estaban a solo unos pasos entre la maleza y el lodo. Según las autoridades, los tres "ordeñaban" una toma clandestina en un ducto de Petróleos Mexicanos cuando se registró la explosión. Las llamas se veían a millas de distancia.

"Se escucharon tres explosiones. La gente acudió de inmediato a ver lo que había pasado... despellejados, quemados, estuvo feo", narró uno de los testigos. 

Todo ocurrió la noche del jueves en Huimanguillo, Tabasco. Los pobladores estaban soprendidos al encontrar a los heridos porque pensaban que habían muerto. Les daban ánimos y, como pudieron, los subieron a una camioneta para llevarlos a un hospital.

La Secretaría de Salud informó que en total son cuatro los heridos con quemaduras en 100 por ciento de su cuerpo que los mantienen al borde de la muerte.

En un comunicado, Pemex confirmó que el incendio fue provocado por la operación de una toma clandestina en uno de sus ductos, lo que obligó a la suspensión del servicio en la línea mientras reparan el daño.

Un vehículo presuntamente utilizado para transportar el combustible extraído ilegalmente se incendió y habría originado el desastre.

Pero esa toma clandestina es apenas una de las más de 8,000 que Pemex asegura ha detectado en sus ductos y que fueron colocadas por grupos criminales para robar el combustible a pesar de los peligros. 

Pemex indicó que por el robo a sus ductos cada año pierde unos $1,700 millones, un negocio altamente rentable para las criminales. 

La empresa también reconoce que pese a los operativos de vigilancia y la persecución de las bandas dedicadas al robo de combustible, este ilícito creció 50% durante el primer semestre de este año.

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