En un proceso de gran velocidad, Raúl Cervantes rindió protesta ante el Senado como nuevo Fiscal General, a menos de un día de que el presidente Enrique Peña Nieto decidió remover a Arely Gómez.
La comisión del Senado responsable de la Fiscalía lo ratificó en el cargo por 82 votos a favor, tres en contra y una abstención.
Cervantes, quien hasta el martes era senador, se comprometió a no limitar esfuerzos para resolver los casos de Ayotzinapa, Tlataya, Tanhuato y Nochixtlán, que han marcado la presidencia de Peña Nieto.
Los casos tienen en común las desapariciones forzadas, el exceso de violencia del Estado y la violación a derechos humanos.
Cervantes consideró que su paso por la institución es una oportunidad para sentar las bases de una Fiscalía profesional, eficaz, eficiente, abierta, confiable y firme, como lo exige la sociedad.
Dijo que la autonomía es otro elemento indispensable para que se dé la procuración de justicia y la institución tenga credibilidad y funcionalidad.