Una difusa consulta decidirá futuro de aeropuerto

El presidente electo exhortó  el viernes a los mexicanos a opinar, a decidir juntos el destino del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que durante años ha provocado discordia entre quienes lo apoyan y lo rechazan. 

"No nos vamos a limitar a la decisión de un hombre o un puñado de técnicos", enfatizó Andrés Manuel López Obrador en una esperada sesión con medios.

Aunque era un férreo opositor al proyecto, el presidente electo admitió el viernes que se trata de una decisión muy compleja. Esto porque el proyecto actual en mucho más caro ($17,500 millones) que cuando inició, pero detenerlo costaría unos $5,000 millones.

Durante la presentación del dictamen del análisis sobre la viabilidad de esa obra, la máxima impulsada por el gobierno del saliente Enrique Peña Nieto, el próximo mandatario reveló que realizarán foros y diversos estudios sobre este tema y en octubre la gente dirá qué hacer a través de una consulta.

"Para no equivocarnos es mejor preguntar", insistió López Obrador, rodeado de algunos de sus principales colaboradores. 

A través de las redes sociales, el equipo del presidente electo difundirá la información obtenida, que demuestra los pros y los contras de las dos opciones que ellos consideran viables para dotar a la capital mexicana de un nuevo aeropuerto. 

"Seguir con el proyecto o construir dos pistas y un aeropuerto en Santa Lucía", detalló Javier Jiménez Espriú, denominado próximo secretario de Comunicaciones y Transportes. 

Durante su campaña el politico tabasqueño aseguró que si ganaba las elecciones cancelaría esa edificación, pero la insistencia de diversoso sectores ha sido tal que decidio analizar el tema y someterlo a lo que él llama la más amplia herramienta de la democracia. 

En medio de la polémica, las obras del nuevo aeropuerto iniciaron en el 2015 y, según el plan de López Obrador, continuarán hasta que de los mexicanos decidan si se cancela o no.

La construcción de un nuevo aeropuerto de la Ciudad de México es un proyecto que viene de lejos y que había suscitado fuertes protestas desde hace años por parte de los pobladores de la zona donde se proyectaba, un área lacustre al este de la capital. 

El actual presidente Peña Nieto reactivó la idea y la presentó como el proyecto de infraestructura más ambicioso en años, con un presupuesto de unos $9,000 millones de dólares.

En 2017, un consorcio liderado por la constructora mexicana Carso, propiedad de la familia del empresario Carlos Slim, ganó el contrato para la construcción del edificio principal de nueva terminal, y ahora podría cancelarse si así lo decide "el pueblo sabio", como dice López Obrador.

En las calles, algunos apoyaron la idea de participar en la resolución. 

"Creo que la mayoría va a votar porque se haga el proyecto", dijo el ciudadano Juan Vázquez.

Otros consideraron que será un esfuerzo en vano. 

"Eso ya tenían que haberlo planeado con estudios y estrategias", destaca Socorro Ávila, quien no apoya la consulta. 

Pero la estrategia no tiene vuelta de hoja y más allá de dictámenes de técnicos, como los expertos del MIT, la voz de los habitantes de este país será la que determine desde donde quieren volar.

Contáctanos