Dentro del paraíso se oculta un infierno que cada día amenaza más y más a los menores y a los jóvenes.
"Yo comencé a los 13 años de edad fumando mariguana, a los 17 conocí otras drogas, cocaína, piedra", comparte Alan.
El joven vive en Quintana Roo, la entidad calificada como la número uno en consumo de marihuana y otras drogas.
Desde hace meses, el joven acude a un grupo de ayuda en un intento por librarse de su adicción, pero es difícil, asegura, en un lugar en donde la oferta de estupefacientes se ha vuelto parte de la rutina de los habitantes.
"Jamás se me limitó el alcance de la droga, en cualquier esquina", asegura Alan.
Según la más reciente Encuesta Nacional de Drogas, Alcohol y Tabaco, en las zonas turísticas de ese estado, las drogas están envolviendo a cada vez más mujeres y niños, quienes incluso llegan a probarlas antes de los 12 años.
"También hay poca atención, prevención e integración", dice Hernán Cordero, especialista en adicciones.
México
Las autoridades mexicanas, así como las de Quintana Roo han mostrado una urgente y especial atención en el uso de drogas diseñadas con químicos, fertilizantes y venenos que las hacen más adictivas y causan más daños.
Como en muchas partes de México, en las calles de Cancún los adictos buscan las “nuevas sustancias psicoactivas”, las cuales parecen estar ganando la batalla, asegura Juan Carlos, quien luego de rehabilitarse dedica su tiempo a tratar de alejar a niños y jóvenes de las tentaciones que, dice, son muchas.
"Ahora en cada esquina, en cada región, hay 2 o 3 tienditas que ya tienen toda la facilidad para los jóvenes, incluso afuera de las prepas, la secundaria, ya se venden actualmente y cualquiera los puede conseguir", afirma Juan Crlos Rendón.
El aumento del consumo de drogas representa un reto para las autoridades del sector salud; pero el desafío más importante está en la disputa de los carteles por surtir estos mercados, que ha sumido a regiones enteras en una interminable ola de violencia.
