Tragedia en México: 132 muertos por explosión de toma de combustible

El más reciente fallecido era un menor de 15 años que estaba siendo tratado en Texas.

El número de muertos por la explosión del 18 de enero de una toma clandestina de un ducto de Pemex en el municipio de Tlahuelilpan, en el central estado mexicano de Hidalgo, ascendió a 132, informó este sábado el titular de la Secretaría de Salud de México, Jorge Alcocer Varela.

Transcurridos 35 días desde la tragedia, el funcionario informó que uno de los cuatro menores que resultaron heridos en la explosión y que era atendido en un hospital de Galveston, Texas, falleció, sin precisar la fecha.

"En Galveston siguen siendo atendidos tres, pero el cuarto falleció", dijo Alcocer a medios de comunicación tras la inauguración de la primera Semana Nacional de Salud 2019 en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.

El menor, de 15 años que tenía el 87 % de su cuerpo afectado por las quemaduras, fue trasladado a Galveston el 29 de enero tras una estancia de nueve días en el Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) de la capital mexicana.

El funcionario indicó que siguen siendo atendidos 11 heridos por la explosión los cuales tiene diferentes pronósticos, uno muy grave, cuatro graves, tres delicados y tres estables y recordó que seis fueron dados de alta.

A convocatoria del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde los primeros momentos de la tragedia funcionarios federales y el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, han ofrecido información para actualizar las cifras del accidente.


En un principio se contabilizaron a 21 muertos, 70 heridos y unos 50 desaparecidos, pero las cifras se han actualizado en varias ocasiones y siguieron moviéndose para ubicarse el 24 de febrero en 132 muertos y 11 heridos.

Imágenes de la tragedia captadas durante la tarde y noche del 18 de enero muestran, primero, una larga fila de entre 600 y 800 personas, según militares, provistas con cubetas y bidones que extraen combustible de la toma clandestina y, después, cuando explota, permite ver corriendo a quienes desesperadamente buscan ponerse a salvo.

Según autoridades, la fuga del combustible se reportó poco después de las 6 p.m/5C del viernes y la explosión unas dos horas más tarde.

Medios en la zona reportaron que con la explosión, el combustible creó una especie de barrera de fuego en el sitio donde estaba la mayor cantidad de personas en una especie de zanja.

Fayad detalló el viernes que el accidente ocurrió en los límites de los municipios de Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, y que de inmediato se activó el plan DN-III, que es lo que marca el protocolo para emergencias. 

La magnitud del estallido y el incendio, que fue sofocado después de casi cinco horas de intensas labores y llamas de más de 49 pies, anticipan que los saldos de la tragedia serán mayores. 

Diversas autoridades en la zona, localizada a unas 62 millas al norte de Ciudad de México, coinciden en que las pérdidas humanas serán mayores, debido a que aún no se han recuperado todos cuerpos. 

Esto debido a que la toma clandestina, una de las 12,000 que Pemex ha detectado en el país, se ubica en un área de cultivos sin iluminación, y los socorristas consideran que mañana, a la luz del día, podrían encontrar más cuerpos. 

Las imágenes del incendio que dejó la explosión son escalofriantes y muestran una serie de cuerpos calcinados. Petróleos Mexicanos informó que envió a la zona 13 ambulancias, 11 médicos de urgencias y dos especialistas; además, el gobierno de Ciudad de México mando cuatro helicópteros-ambulancia para movilizar a los heridos.

Autoridades dijeron que los heridos fueron siendo trasladados a los hospitales dela región, y al Magdalena de las Salinas, en Ciudad de México, y al de Traumatología de Lomas Verdes, en el Estado de México. 

El primero en intentar explicar la magnitud de la tragedia que ocurre cuando el Gobierno de México lidera una cruzada contra el robo de combustible fue Fayad. 

"Hay muchos quemados, no podemos dar una cifra, pero me dicen que son muchos", indicó Fayad en sus primeras declaraciones. 

"La información que teníamos no nos cuantifica muchas cosas, se activó el Plan DN-III y hemos puesto a disposición lo que sea necesario para el traslado de heridos, quemados". 

La zona de la explosión se ubica a unas nueve millas de Tula, donde se localiza una refinería. Militares y personal de Pemex atienden la emergencia, mientras otras dependencias federales y el gobierno de Hidalgo intentan apoyar a la población de Tlahuelilpan que, por precaución, fue evacuada. 

Esa mañana, el presidente López Obrador insistió en su llamado a evitar el robo de combustible y respetar la red de ductos, que es vigilada por unos 8,000 militares.

"Pedirles a todos, hasta a los traviesos, que se actúe con responsabilidad, que piensen en sus familiares, que piensen en ellos mismos, que piensen en el prójimo, que piensen en su país, en México. Y que todos a portarnos a bien, que no se dañe a nadie", pidió el mandatario. 

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