Un comando asesina a 11 personas en una fiesta

Autoridades informan que tres de los ejecutados eran menores de edad.

El inflable donde jugaban los niños quedó en el suelo y sobre él, las huellas de sangre que dejaron los asesinos en su huida.

Los vecinos llegaron curiosos al saber de la masacre; nadie podía creer que dentro de la casa marcada con el número 34 encontraron por la mañana 11 cadáveres, entre ellos al parecer tres menores, según consigna la agencia Efe.

"La verdad no escuchamos nada, estábamos aquí pero no se escuchó nada", asegura Hugo Martínez, uno de los vecinos.

Martínez vive a un lado del inmueble donde se cometió el crimen. Dice que los dueños empezaron la fiesta por la tarde y, como otras veces, indicó Berenice, al caer la noche bajaron el volumen de la música y de ahí en adelante todo pareció normal.

"La verdad no sabíamos nada de ellos, eran unas personas que con nadie se metían, solo buenos días, buenas tardes", cuenta Berenice, otra de las vecinas. 

Pero pasada la medianoche, asegura la Procuraduría estatal, la policía recibió la alerta y al llegar al fraccionamiento encontraron los cuerpos de siete hombres y cuatro mujeres asesinados en el patio y en el interior. 

Los sicarios le perdonaron la vida a cuatro de los menores de edad que estaban en la casa, de 17, 15, 5 y 4 años. Según su relato, los encapuchados llegaron de manera sorpresiva y les pidieron que se quedarán en un rincón mientras asesinaban a los adultos.

Los investigadores se llevaron las imágenes de las cámaras de seguridad que hay en el lugar y los registros que los guardias del acceso toman de cada visita.

"Aquí se les identifica, se les dice a dónde van, el domicilio, el asunto y la persona que vienen a visitar", detalla uno de los vigilantes. 

Elementos del Ejército y la policía estatal vigilan la escena del crimen. Mientras los niños sobrevivientes están bajo resguardo por ser piezas clave en la investigación.

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