Supremo revisa si mexicano fue condenado por su raza

El Tribunal Supremo de EE.UU. evaluó este martes el caso del hispano Miguel Peña Rodríguez, condenado por agresiones sexuales después de que un miembro del jurado considerara que era culpable "porque es mexicano y los hombres mexicanos creen que pueden hacer lo que quieran con sus mujeres".

Los jueces de la máxima instancia judicial de Estados Unidos debatieron este martes sobre si las deliberaciones en la sala de un jurado deben de permanecer secretas, como ha ocurrido durante siglos, o si por el contrario deben hacerse públicas en caso de que uno de los miembros del jurado muestre prejuicios raciales.

Los abogados de Peña Rodríguez pidieron al Tribunal Supremo que anule la condena del acusado debido a los comentarios racistas realizados a la hora de dictar la sentencia y que contradicen el derecho de todas las personas a un juicio justo y un jurado imparcial.

El caso de Peña Rodríguez se remonta a 2007, cuando el acusado trabajaba en un hipódromo en el estado de Colorado y fue arrestado por supuestamente haber agredido a dos hermanas en edad adolescente, hijas de un jinete y que aseguraron que el hispano trató de toquetearlas en un cuarto de baño.

Peña Rodríguez fue condenado a pasar dos años en libertad condicional e inscribirse en el registro de agresores sexuales.

En el día del veredicto, como es usual en Colorado, los abogados de Peña Rodríguez hablaron con algunos miembros del jurado y dos de ellos les aseguraron que durante las deliberaciones un hombre profirió varias veces insultos contra el acusado y los testigos que lo defendían por su origen hispano.

Con el permiso del juez, los abogados accedieron a las declaraciones juradas de miembros del jurado, quienes aseguran que un individuo, identificado con las iniciales "H.C.", argumentó que el acusado era culpable "porque es mexicano y los hombres mexicanos creen que pueden hacer lo que quieran con sus mujeres".

El miembro del jurado, que era un exagente de policía, aseguró que cuando él patrullaba las calles "nueve de cada diez hombres mexicanos eran culpables de comportamientos agresivos contra mujeres y niñas jóvenes".

Basándose en los comentarios del individuo "H.C.", los abogados de Peña Nieto volvieron a pedir un nuevo juicio para su defendido, mientras que los ochos jueces que componen actualmente el Tribunal Supremo se mostraron divididos entre liberales y conservadores.

Los magistrados conservadores, como John Roberts y Samuel Alito, reconocieron que los comentarios del individuo identificado como "H.C" fueron ofensivos, pero expresaron su preocupación sobre si la raza debe ser el asunto que permita hacer una deliberación pública o si deben tenerse en cuenta otras circunstancias.

"¿Qué pasa por ejemplo con la discriminación religiosa?", preguntó Roberts, presidente del alto tribunal.

Los jueces de pensamiento más liberal, como Elena Kagan y Stephen Breyer, consideraron que la condena contra Peña Rodríguez estaba impregnada de prejuicios raciales y defendieron la necesidad de crear un sistema judicial imparcial y que los propios ciudadanos perciban como más justo.

"Siempre he pensado que la discriminación más perniciosa y detestable en nuestra ley está basada en la raza," sostuvo Sonia Sotomayor, la única jueza hispana del Supremo.

El Gobierno del presidente Barack Obama ha tomado partido en el caso y ha expresado su apoyo a Peña Rodríguez con documentos judiciales presentados en el Tribunal Supremo.

"Los prejuicios raciales son un problema real", aseguró el Ejecutivo, que en sus documentos consideró que existen formas de abordar el problema racial sin socavar la confidencialidad de las deliberaciones de los jurados.

La audiencia de este martes se produce en un clima de máxima tensión racial en EE.UU., donde el candidato presidencial republicano, Donald Trump, ha edificado su campaña en la propuesta de construir un muro entre México y Estados Unidos para evitar la entrada al país de "criminales" y "violadores".

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