México: Padres de los 43 invitados a misa del Papa

La posibilidad de que el Pontífice reciba a los padres de los estudiantes desaparecidos es un tema sensible para el gobierno mexicano

Habían dicho que no habría posibilidad de que el papa Francisco se reuniera con padres de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos en 2014; sin embargo, el Pontífice sí contempla que al menos tres de ellos ocupen una de las primeras filas en la misa que oficiará en Ciudad Juárez.

Tanto El Vaticano como la Iglesia mexicana han insistido en que ese gesto no significa que Jorge Mario Bergoglio, el primer papa argentino, vaya a hacer un espacio para recibirlos en privado como han pedido los padres de manera insistente.

"Éste es el único acercamiento oficial previsto", insisten fuentes de la organización de la primera vista del pontífice a México.

No obstante, analistas en México consideran que los padres de los 43 jóvenes desaparecidos no dejarán pasar la oportunidad de llamar la atención del papa, desde la zona a la que fueron asignados en una multitudinaria eucaristía en Ciudad Juárez, muy cerca de la frontera con Estados Unidos, el 17 de febrero.

"Van a tener tres asientos en primera fila en Ciudad Juárez, en la misa donde el papa se va a despedir de los mexicanos", indican.

Según fuentes, junto a ellos habrá también representantes de otros colectivos víctimas de la violencia en México, como por ejemplo de los feminicidios (asesinatos de mujeres) en la propia Ciudad Juárez o de la trata de personas entre los miles de migrantes que cruzan el país para llegar a Estados Unidos.

En declaraciones a "Milenio Televisión", el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Eugenio Lira, añadió el martes que la agenda del papa "está apretadísima" y se coordina desde muchos meses antes.

Aclaró que han recibido "miles y miles de solicitudes de encuentros con el papa de personas que han sido víctimas de alguna forma de violencia" o de "personas que padecen alguna enfermedad terminal".

Según Lira, coordinador general de la visita, "el papa quisiera estar cerca de todos los que sufren, decirles una palabra de consuelo, pero sería necesario que se quedara mucho tiempo más".

"Por eso se pensó la misa de Ciudad Juárez", argumentó, al recordar también que, al margen de los 882,225 accesos gratuitos para seguir los actos litúrgicos del pontífice, se decidió "extender las rutas del papamóvil para que mucha gente lo pueda ver por la calle".

Recientemente el abogado de los familiares de los 43 desaparecidos, Vidulfo Rosales, dijo a la agencia Efe que veía "complicado" el encuentro, algo que ya buscaron durante la visita papal a Estados Unidos del año pasado, pero consideró que aún hay una "oportunidad" de que se concrete cuando Francisco esté en Ciudad de México.

En la capital mexicana empieza la visita el viernes y allí pernoctará casi todas la noches, inclusive los días en que se desplace a otras ciudades del país.

En caso de darse, el encuentro sería cuidado en extremo, ya que el tema de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa resulta sensible al Gobierno mexicano, que según estudios de opinión perdió un enorme porcentaje de credibilidad por el manejo que ha dado a la investigación.

Además, algunas declaraciones del pontífice, como en las que señaló que México "vive su pedacito de guerra", no fueron bien recibidas por las autoridades del país, que a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, respondió que durante su visita constatará la realidad cuando se encuentre con el pueblo mexicano.

El comentario fue analizado en dos vertientes, ya que si bien es cierto que miles de mexicanos se harán presentes en las distintas actividades del papa Francisco, una cantidad similar estará ausente o se manifiesta en sentido contrario.

Los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado sureño de Guerrero, desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 en una acción coordinada por policías corruptos y el crimen organizado, según la versión oficial, que rechazan los familiares de las víctimas y cuestiona la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

El 27 de enero, la organización civil internacional Human Rights Watch situó en 25,500 el número de personas desaparecidas en México y consideró que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha hecho "poco progreso" en la defensa de los derechos humanos.

Contáctanos