México: Aterriza el nuevo avión presidencial

Pese a la polémica causada por la millonaria compra, el presidente Peña Nieto estrenará avión

El nuevo avión presidencial de México, un Boeing 787-8 bautizado como José María Morelos y Pavón, aterrizó el miércoles en el aeropuerto de la Ciudad de México procedente de Estados Unidos, confirmaron fuentes de la terminal aérea capitalina.

La aeronave salió del aeropuerto Dallas Love Field sobre las 23.40 hora local del martes (05.40 GMT del miércoles) y aterrizó en el aeropuerto capitalino cerca de las 2.00 hora local (8.00 GMT), donde fue llevado al hangar presidencial.

Previo al aterrizaje de hoy en la Ciudad de México, el avión realizó hasta seis vuelos de prueba, acumulando más de 32 horas en el aire.

El avión mide 57 metros de largo por 60 ancho y tiene un alcance de 13,900 kilómetros, lo que le permite volar sin escalas en la mayoría de destinos de los cinco continentes y consume hasta 20% menos de combustible que la actual aeronave presidencial.

La adquisición de este aparato, valorado en 218.7 millones de dólares, ha sido objeto de críticas desde que se anunciara su compra en la pasada Administración, que cerró a finales de 2012, ya que se trata de uno de los más lujosos del mundo.

La aeronave fue adquirida para sustituir al Boeing 757-200 "Presidente Juárez", con 28 años de servicio.

El costo total del avión, incluyendo ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de repuestos, fue de 218.7 millones de dólares.

Se prevé que el avión comience a operar en dos semanas, una vez que concluya el entrenamiento de las tripulaciones y personal de tierra.

La aeronave tiene una capacidad para 80 pasajeros, 20 más que el actual aparato utilizado por el mandatario, y cuenta con equipos de telecomunicaciones de satélites y conexión de internet.

El avión tiene una vida útil estimada de 25 años, por lo que estará en servicio hasta el 2040 y servir así a "al menos cinco titulares del Ejecutivo del país", indicó recientemente la Presidencia.

Tras la muerte en 2011 del entonces ministro de Gobernación, Francisco Blake Mora, en un accidente de helicóptero, los diputados pidieron al Gobierno renovar las aeronaves asignadas a la Presidencia, a fin de garantizar la seguridad del jefe de Estado y de sus ministros.

Tres años antes, en 2008, el también secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, murió en otro accidente aéreo.

La recomendación llevó a una evaluación de la Secretaría de Defensa Nacional, tras la cual el Gobierno encabezado por Felipe Calderón tomó la decisión de adquirir el Boeing 787-8.

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