Inmigrantes e indígenas, símbolos de viaje papal

Dos de los temas clave del Pontífice están en su presencia en Ciudad Juárez y Chiapas

El papa Francisco hará dos gestos simbólicos en su viaje a México que serán, como anunció el viernes el Vaticano, la parada ante la valla que separa México de Estados Unidos y el documento que oficializa el uso de lenguas indígenas en las misas.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, presentó el programa y detalles del viaje y como novedades destacó primero esa parada que Francisco hará durante su visita a Ciudad Juárez para saludar a las personas que se encuentren al otro lado de la valla metálica en la localidad estadounidense de El Paso, en el llamado "muro de la ignominia".

Como los inmigrantes mexicanos que intentan saludar a sus familiares a través de la valla metálica, Francisco también podrá tener la ocasión de hacerlo con quienes abandonaron México para buscar una vida mejor, un momento que se convertirá muy probablemente en icónico de este viaje.

En otro gesto simbólico, durante su visita a Chiapas y los encuentros que celebrará con las comunidades indígenas, se publicará el decreto oficial que autoriza que se puedan incluir en todas las liturgias las lenguas locales.

El portavoz vaticano destacó los cientos de kilómetros que Francisco recorrerá del 12 al 18 de febrero por las carreteras de México en papamóvil y aseguró que se superarán los números de la gente en las calles que recibieron a Juan Pablo II en sus viajes.

Aunque el viernes 12 de febrero no hay actos oficiales y solo está previsto que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, acuda al aeropuerto a dar la bienvenida al pontífice, sí se espera a cientos de miles de personas a lo largo de los cerca 18 kilómetros que Francisco recorrerá en papamóvil hasta la nunciatura, su alojamiento durante cinco noches en Ciudad de México.

La visita oficial de Francisco comenzará prácticamente el sábado, 13 de febrero, con el encuentro que mantendrá con Peña Nieto en la que será la primera visita de un pontífice al Palacio Nacional.

A su salida del lugar Francisco podrá de nuevo saludar al pueblo mexicano, ya que está previsto un recorrido en papamóvil por los alrededores del Zócalo, la plaza central de Ciudad de México, para después dirigirse a la catedral metropolitana, donde se reunirá con los obispos del país.

"El momento espiritual fundamental de la visita será la misa en Guadalupe, por su devoción sabida por la Guadalupana y lo que conlleva para el papa, para los mexicanos y no solo para los católicos, y para todos los latinoamericanos", explicó Lombardi.

Por ello, el papa ha pedido unos minutos para recogerse en silencio en el llamado "camarín", el lugar donde se encuentra la imagen de la Virgen Morena.

"Yo no quiero ir donde han estado mis predecesores, busquemos nuevos sitios que no hayan recibido a papas", con esta frase del papa que recordó el viernes Lombardi se ha organizado todo el resto del programa del viaje.

Por ello el domingo, 14 de febrero, Francisco visitará Ecatepec, uno de los municipios más grandes del país, con 4 millones de personas, y con un alto nivel de marginación.

En la explanada del Centro de Estudios de Ecatepec celebrará una misa para más de medio millón de personas y que tendrá lugar algo más tarde de lo habitual para evitar que los fieles pasen toda la noche esperando ante el frío que se espera en esos días.

De regreso a Ciudad de México, Francisco visitará el hospital pediátrico "Federico Gómez", donde conversará con unos 50 niños allí ingresados.

Las minorías indígenas y la importancia de que defiendan su identidad cultural marcará su visita a Chiapas, donde llegará a las 09.15 horas del lunes, 15 de febrero.

Llegará a San Cristóbal de las Casas en helicóptero y allí celebrará misa con la comunidad indígena en el centro deportivo municipal.

Habrá lecturas y cantos en varias lenguas indígenas y por ello, aunque ya está autorizado, el papa como gesto simbólico entregará el decreto oficial que autoriza su uso en las liturgias.

El martes, 16 de febrero, el pontífice visitará la ciudad de Morelia, en el estado de Michoacán, y allí celebrará la misa para religiosos.

Francisco insistió en visitar Ciudad Juárez y el último día viajará hasta el estado de Chihuahua.

El papa, que aboga siempre por construir puentes y no muros, volverá a encontrarse con una nueva barrera para detener la inmigración, la de El Paso, la ciudad fronteriza con México, construida por Washington para evitar el paso de los "espaldas mojadas".

A la misa de Ciudad Juárez asistirán miembros de asociaciones que representan a víctimas de la violencia y que han pedido encontrarse con el papa, entre ellos los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Iguala.

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