La capilla construida hace 10 años para honrar a Jesús Malverde, considerado el "santo de los narcotraficantes”, en la carretera a Aldama, en el norteño estado de Chihuahua fue destruida e incendiada.
En el lugar, donde se veneraban las imágenes de Malverde, San Judas Tadeo, la Virgen de Guadalupe y la Santa Muerte, luce vacía y su interior puede apreciarse gracias a un enorme boquete.
Junto a las imágenes, quienes acudían al lugar acostumbraban colocar veladoras y peticiones que iban desde conseguir empleo hasta encontrar a un familiar desaparecido o el amor.
La imagen de Malverde, idéntica a la que se venera en Sinaloa y elaborada en yeso, ya no se encuentra en la capilla, limpia y pintada en colores verde, azul cielo y blanco.
Las autoridades municipales ignoran lo ocurrido en ese lugar, que se unió al culto iniciado en los años 70, cuando Malverde -que murió en 1909- "habría respondido" a las peticiones del capo Julio Escalante para que salvara a su hijo Raymundo.
Desde entonces, las versiones apuntan a que famosos narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca y Amado Carrillo Fuentes acudieron a alguna de las capitallas construidas en honor de Malverde.