Cientos se reunieron en el Sierra Park al norte de Miami-Dade cantando porque la tristeza les agita el corazón.
Son familiares, amigos y vecinos de Meki Stevenson, que según la policía otro joven le disparó y lo mató.
Su madre desconsolada decía que su hijo no volverá y que ella nunca podrá ver el futuro del muchacho.
Stevenson era una estrella del futbol a sus 17 años. La policía dijo que su amigo estaba jugando con una pistola, presionó el gatillo y le disparó en el pecho. Ese movimiento del dedo marcó el final de su vida.
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