La planta de reciclaje de basura ubicada en la avenida 97 y la calle 69 del noroeste, en Doral,genera preocupaciones y molestias en los vecinos.
En la planta se quema más de una tonelada de desperdicios cada año para convertirlos en fuente de energía, a los residentes no solo les preocupa el mal olor, sino la ceniza que se desprende de ese proceso.
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César Abarca, residente de Doral, dice: “son partículas muy pequeñas que son respirables y que componen metales pesados, dioxinas, óxido nítrico y otro tipo de sustancias”.
Gina Romero también vive en el vecindario, pero además es parte de una organización que le acaba de solicitar una audiencia pública al departamento de protección ambiental de la Florida.
Quieren hacerlo antes de que Covanta, la compañía que opera este incinerador de basura renueve su contrato con el condado por otros 20 años, en agosto, el alcalde de doral también le había solicitado a la alcaldesa de Miami Dade que interviniera en el asunto.
Juan Carlos Bermúdez, alcalde de Doral, dice: “La mejor manera de ver esto es analizar cuáles son las tecnologías que existen… no una planta que está aquí desde 1985 con tecnología vieja y que produce una montaña de cenizas”.
Los vecinos también han recogido firmas con una única petición: “Que se la lleven de aquí. Estamos hablando a nombre de toda la comunidad”.
