Para Miami Dade ha sido un año marcado por las huellas que ha dejado la pandemia del COVID-19: pérdidas humanas, pérdida de negocios y pérdida de empleos.
“Es un día difícil, en el que conmemoramos un año de la declaración de la pandemia en la comunidad”, dijo el alcalde de Miami Francis Suárez. “Ahora vamos a empezar una nueva fase de recuperación en la cual vamos a otorgar 14 millones de ayuda con las rentas, para hasta un año a familias que no pueden pagar renta”.
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Por su parte, Ken Russell, presidente de la Comisión de Miami, asegura: “si el año 2020 fue del COVID, el 21 es del plan de rescate, con estos 140 millones, la ciudad de Miami puede ayudar a nuestros residentes”.
Un día como hoy, 12 meses atrás, en nuestra comunidad se declaró el estado de emergencia, se impuso un toque de queda y todos los negocios cerraron sus puertas, exceptuando los considerados como “esenciales”, como fue el caso de hospitales, farmacias, supermercados y gasolineras.
“Analizando el año, algunos enfrentamientos personales hubiera preferido evitarlos. Por ejemplo, lo que sucedió con el condado, que nos debían 80 millones y sólo nos dieron 15”, dice Suárez.
Con el toque de queda y las restricciones impuestas, vinieron las multas, algo que preocupaba a los pequeños empresarios.
El gobernador Ron DeSantis dice que “Las multas estaban fuera de control y queremos asegurarnos de proteger a los residentes para avanzar”.
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Por eso, DeSantis, con una orden ejecutiva, canceló cualquier tipo de multa relacionada con las restricciones del COVID-19, impuestas entre el 1 de marzo del 2020 y el 10 de marzo del 2021. Eso ha sido de gran alivio para los afectados.
Si los contagios del virus continúan disminuyendo, las autoridades dicen que muy pronto podría eliminarse el toque de queda impuesto de 12 a 6 de la mañana.
