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Tres ancianos de Miami quedan desamparados y sin ayuda

A Ángel lo echaron de donde estaba viviendo. El dueño les dijo que iba a remodelar y vender. Sus amigos y él pagaban 860 dólares al mes.

Telemundo

Ángel Correa es un desamparado de 85 años, que hace 10 días que ni siquiera puede tomar café con leche.

“No hay quien viva en la calle, yo no dormía, en la calle nadie duerme por miedo a que alguien nos de un golpe”

A Ángel lo echaron de donde estaba viviendo. El dueño les dijo que iba a remodelar y vender. Sus amigos y él pagaban 860 dólares al mes.

Agustín Balboa también está desamparado, y dice: “tengo 78 años, tengo arritmia y me están haciendo un tratamiento de quimioterapia para los pulmones porque tengo cáncer”.

Agustín y su esposa indocumentada vivían con Ángel, los tres terminaron en la calle.

Después de 6 días en el parque José Martí, por donde pasan barcos y se ven los edificios de Brickell se encontraron con Eylín Ávila, una buena samaritana.

 “Aquí  se ven bastantes homeless y bastantes drogadictos también pero lo que me llamó la atención de ellos es que eran personas mayores gente que típicamente no se ven en la calle”, dice la joven. 

Eylín les pagó un hotel esa noche y consiguió a la siguiente que entraran a Camillus House donde están llenos.

“Los rostros de los desamparados han cambiado, estamos viendo a ancianos” nos dijo hoy desde Tallahassee el presidente del Homeless Trust que da fondos a Camillus House.

Agustín Balboa, dice: “nosotros lo que necesitamos es una vivienda, él coge un cheque y yo cojo otro, somos 3”

Los 914 dólares de su cheque de retiro y los 936 que recibe Ángel no les alcanza, y lo que los hace llorar es la perrita a quien tiene como hija.

 “Ha sufrido con nosotros muchísimo esa perrita yo no quisiera verla trancada ahí en la reja como la tienen. Ya lo de nosotros es distinto, a ella un animalito no sabe nada. Si pueden que nos ayuden necesitamos una ayudita, si pueden nos la dan”.

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