Padre e hijo decidieron salir a navegar con sus kayak y algo inusual sucedió bien abajo -al sur-, casi donde termina el continente. Debía ser un día como tantos otros que seguramente habían tenido para disfrutar de la soledad en el mar y de las bajísimas temperaturas, pero al parecer esta vez no estaban tan solos.
"Sentía como que me levantaba pero era demasiado fuerte para ser una ola", cuenta Adrián Simancas, quien ahora con tono de anécdota relata la increíble experiencia que vivió en el Estrecho de Magallanes, frente a Punta Arenas, en Chile, cuando navegaba con su kayak, y de repente "casi se lo traga una ballena".
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"Siento como algo entre azul y blanco que me pasa cerca de la cara. Estaba como por un lado y como por encima. No entendía que estaba pasando, me hundo", dice el muchacho que pensaba.
En medio de la desesperación, Dell Simancas -el padre de Adrian- que estaba en otro kayak, dice que encendió su cámara, mientras una enorme ola rompía detrás de él con fuerza. "Y cuando volteo no veo nada, no veo a Adrián. Ese fue el único momento de susto que tuve porque no vi a Adrián como por 3 segundos".
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Suficientes como para que la sangre se le congele y no por la temperatura del agua. "Y de repente sale como disparado y sin el packraft y después, al segundo, sale el packraft, y después veo la aleta de algo", recuerda el padre.
Resultó ser una enorme ballena jorobada, que por alguna razón, ya sea hambre o por jugar, se metió enterito en su boca el cuerpo de Adrián, pero no era su comida y así como lo agarró de un bocado, de la misma manera lo escupió.
"Y ya pensé que me había comido", revela el joven. Y es lógico, en es momento ni recordó que los humanos no somos un platillo apetecible para las ballenas. Ahora, días después de la tremenda experiencia, reflexiona. "Cada vez que lo pienso en retrospectiva es como recapacitar cuales fueron los errores que me llevaron hasta ahí".
Local
Adrián y su padre son venezolanos, viven hace 8 años en Chile, y a pesar de la experiencia que tienen para navegar en esas aguas, aseguran que desde ahora seguirán con su practica deportiva pero con algunos cuidados más.