Esta en el corazón de Hialeah y podría convertirse en el primer Starbucks del sur de la Florida con sus empleados unidos en un sindicato.
Will Suarez, gerente de turno y con más de diez años en la compañía, es uno de los promotores de la iniciativa. Según nos dice, la prioridad será exigir mejores beneficios y salarios.
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“Yo duermo en un sofá. Yo no tengo dinero suficiente para pagar mi renta, por eso yo estoy organizando esto con mis compañeros”, dice Suárez.
Es parte de un movimiento que comenzó en diciembre en Buffalo, Nueva york, y de ahí se extendió a más de 80 Starbucks de todo el país.
“Ellos tienen que negociar con nosotros”, dice Suárez.
En la Florida, los empleados de cinco sucursales de Starbucks ya presentaron su solicitud para sindicalizarse: tres en Tallahassee, una en Jacksonville y está en Hialeah.
Mike Hernández, analista político de Telemundo 51, dice:
Local
“Hialeah políticamente es una ciudad de contradicciones. Es la ciudad más republicana en Florida, y como hemos visto en otros ejemplos, Hialeah tiene el mayor número de inscripciones en el obamacare”.
En un comunicado, la compañía nos dijo que respeta las opiniones de sus empleados, pero no está de acuerdo con los sindicatos. Además, crearon una página web para alentar el voto no y destacar los beneficios que ofrecen, entre ellos, seguros de salud, tiempo libre pagado y cobertura de matrículas estudiantiles.
“Starbucks está haciendo más dinero que nunca en estos dos años. A base del Uber. De las ordenes en línea”, dice Suárez.
Sobre esto, un vocero de la compañía nos dijo que en el verano los empleados tendrán un aumento salarial y que en este concepto han invertido más de mil millones de dólares en los últimos dos años.
Julio Ligorria, consultor asuntos públicos de Balsera Communications, dice:
“En Estados Unidos, el 89 por ciento de las empresas no están sindicalizadas, y los empleados en esas empresas pueden ser botados en cualquier momento y sin aviso, por cualquier razón”.
Un sindicato podría evitar este tipo de despido, pero también tiene sus implicaciones.
“Los sindicatos no son gratis. El rango de costo puede ser entre 200 y casi mil dólares al año. Y también pueden venir tarifas adicionales”, dice Ligorria.
