Nicaragua

Dirigente sandinista que desertó revela detalles de la maquinaria represiva de Ortega

La economista Ligia Gómez fue secretaria política del Partido Sandinista dentro del Banco Central

Telemundo

Desde el 2018 que Nicaragua vivió una insurrección cívica, son muchos los que han huido del país y han desertado del régimen, pero pocos conocen el funcionamiento dentro de la estructura de poder como Ligia Gómez, quien era secretaria política del Partido Sandinista y funcionaria pública. Ella fue la primera en desenmascararlos ante el congreso de Estados Unidos,

La economista Ligia Gómez fue secretaria política del Partido Sandinista dentro del Banco Central y fue la primera en denunciar ante el congreso de Estados Unidos “el modus operandis” que utiliza el régimen para reprimir a la población.

"VAMOS CON TODO", UNA CONSIGNA PARA LA REPRESIÓN

“Vamos con todo” fue la orden que dio el régimen de Ortega el 19 de abril del 2018 para reprimir a la población que se manifestaba en las calles.

“Cuando vino “el vamos con todo”, que nos dijeron vamos con todo, no vamos a permitir que nos roben la revolución”, dice Gómez.

Gómez era secretaria política del Frente Sandinista y gerente de investigaciones del Banco Central, cuando se rehusó a seguir esa orden, que terminó con un gran derramamiento de sangre.

“Me opuse primero el 19 de abril, hablé con el presidente del Banco Central y le dije que hablara con Rosario, para que detuvieran esa represión, que no tenía sentido, él me dijo que no”.

Fue allí cuando, según ella, empezó a tener un dilema moral que condujo a su renuncia cinco días después, a pesar de que el régimen les decía que lo que estaban viendo en los medios independientes no era verdad.

“Nos estaban diciendo que lo que estábamos viendo en los medios era todo montaje, como lo que están diciendo en Rusia que es montaje de Ucrania, lo mismo nos dicen a nosotros, que esas filmaciones eran teatro, que no había sangre, que no era cierto, nos presentaban videos, miren esto es todo creado en teatro, pero no está sucediendo nada de esto”, explica, pero agrega que a ella ya se le habían caído la venda de los ojos.

“Yo estaba conectada a las redes y con mis propios ojos miré lo que estaba sucediendo porque fui a algunos barrios, miré las barricadas como estaban de grande y todo”.

Gómez estaba en la marcha en que la reportera Leana Astorga fue amenazada, y dice: “Yo miré que se acercaron bastante gente, yo iba caminando para el otro lado y miré que se acercaron, mucha gente, me asusté porque se miraban amenazantes y empezaron a gritar cosas, se miraba violento eso”.

Tras la renuncia, Ligia asegura que comenzaron las amenazas.

“Había recibido algunos correos diciendo, hiciste mal tus cálculos, pensaste que el comandante se iba, opositora, traidora, calladita es mejor, cosas así”.

CON TEMOR PERO DECIDIDA LLEGÓ A EEUU

Con temor, y en silencio, en septiembre 2008 salió hacia Estados Unidos con su familia, donde hizo las denuncias ante el congreso.

“Entonces yo tenía mucho temor, como ya se habían dado algunos casos, como el policía que mataron cuando dijo que no quería seguir, su mamá denunció. A veces hacen aparecer como un accidente, te chocan y ya, yo tenía miedo”.

Ya en Washington esta brillante economista decidió hacer su denuncia pública ante una comisión de derechos humanos en el Congreso de Estados Unidos.

“No niego que sentía el corazón que me palpitaba, sabía que hacia lo correcto eso me daba mayor fortaleza. Yo decidí asumir la responsabilidad y hablé poniendo los hechos que consideraba eran los más claves para que vieran como ellos habían tomado esas decisiones de la operación limpieza, del vamos con todo”.

En su denuncia con información de primera mano, Gómez explicó cómo funciona la maquinara del régimen que involucra al estado-partido y familia, describe las violaciones de derechos humanos, que incluyen el uso de las fuerzas policiales y de paramilitares, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, obstrucción a la atención médica, torturas y violencia sexual en los centros de detención.

“En ese sentido consideré que era mi responsabilidad, porque si uno no asume lo que le toca, ¿quién lo va a hacer? Tengo educación, soy una persona formada, tengo consciencia”.

“El vamos con todo” es una frase que resume el siniestro plan que ha ejecutado el régimen Ortega-Murillo, que ha dejado cientos de muertos y de encarcelados, miles de heridos, torturados y refugiados.

Desde el exilio, Gómez ha seguido trabajando en una iniciativa que nace de la sociedad civil cuyo papel fundamental es hacer un monitoreo de la violencia política en el contexto electoral que vivió Nicaragua en el 2021.

“Por eso sigo trabajando en Urnas abiertas y en lo que se puede porque no podemos salvarnos el pellejo y olvidarnos de que la gente está pasando una situación que no pueden ni poner un mensaje en su teléfono, una libertad básica, menos votar libremente”

Su sueño, regresar a casa, con sus amigos, a su patio, en una Nicaragua libre. Y su llamado es a “que no pierdan la esperanza, Nicaragua no hay manera, aunque sea la biología nos va a hacer el favor, aunque sea la biología nos va liberar de ellos”.

Ni las amenazas ni el temor han podido detener a esta madre de familia que asegura que desde su trinchera seguirá dando sus aportes para la tan anhelada democratización de Nicaragua.

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