Trataban de salvarle su vida, según las autoridades; sin embargo, la acción de la Policía terminó con ella, y de una forma quizás nunca imaginada por el hombre: un aparente vagabundo, quien mostraba un proceder dislocado, interrumpiendo el tránsito en una concurrida calle de Miami.
En un momento, el individuo, identificado como Luis Alberto Luna, de 38 años, sacó un cuchillo y habría intentado usarlo en su contra. Entonces la Policía, que ya lo rodeaba y alertaba, actuó. Uno de los agentes usó la pistola de descarga eléctrica, comúnmente conocida como taser. Realizó dos disparos, y lo inmovilizó.
Pero sucedió lo que no esperaban las autoridades: una hora más tarde, el desamparado moría en una institución médica, aparentemente como consecuencia del impacto eléctrico. Los agentes implicados –siete oficiales y un sargento– han sido reasignados administrativamente mientras transcurre una investigación.
Si bien estos dispositivos –pistolas taser– se han convertido en una alternativa legal para neutralizar una fuerza sin necesidad de provocarle daños extremos como este, cada vez ocurren más casos de personas con lesiones graves y hasta fallecidos tras ser alcanzados por la descarga eléctrica.