Aunque la orden tiene defensores y detractores, si los bares y restaurantes no cumplen con lo establecido podrían perder sus licencias, incluida la que permite la venta de alcohol, según dijo este martes el gobernador de la Florida.
El alcalde de Miami Dade, Carlos Giménez, también prometió cero tolerancia. Según nos dijo, a través de un comunicado, este lunes la policía del condado visitó más de 7 mil negocios. En 17 de ellos, detectaron infracciones menores, y otros 5 recibieron la orden de cerrar.
El condado Miami Dade también habilitó un número telefónico para recibir denuncias. Si los empleados de algún establecimiento no usan la mascarilla, si no respetan el límite del 50 por ciento de su capacidad, o si algún bar que no ofrece alimentos está abierto, puede llamar al teléfono 305 476 5423.