El pasado 23 de marzo agentes de la oficina de aduanas y protección fronteriza del aeropuerto de Miami, encontraron 29 huevos de loros, con algunos ya fuera de su cascarón que estaban siendo traficados con destino a Taiwán.
Los encontraron gracias al sonido del trino de los polluelos que venían en el bolso de mano de un ciudadano de Taiwán que venía de Nicaragua.
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Dos meses después, de los 29 huevos, 24 sobrevivieron y están siendo rehabilitados gracias al trabajo de varias agencias y de Florida Int’l University.
El Dr. Paul Reillo, director Fundación Conservatorio de Especies Raras - director conservatorio Tropical FIU “lo que seguramente hubiese sido una tragedia de la vida silvestre, porque la mayoría de los animales traficados mueren, terminó siendo un maravilloso caso de éxito”.
Para asegurarse de que los loros estaban libres de enfermedades tuvieron que estar en cuarentena por 45 días como dictan las regulaciones de bio seguridad. Finalmente, la cuarentena terminó.
“Los alimentamos cada dos horas a lo largo de todo el día y es un maratón extenuante hacer eso y al final el resultado es que los pájaros están espléndidos”.
Estos hermosos loros no podrán ser adoptados por las personas.
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“Nuestro objetivo es llevar de regreso a su hogar a estos pájaros, llevarlos de regreso a su selva nativa para que puedan ser libres”.
En cuanto al sospechoso que trato de traficar con los loros, se ha declarado culpable ante una corte federal. Podría enfrentar hasta 20 años de cárcel. Los científicos determinaron que estos huevos fueron sustraídos de los nidos ubicados en Honduras.
“Esto no lo motiva el amor por la vida salvaje a nadie le importa el bienestar de estos animales. La gran mayoría mueren en casos como estos esto es sobre la codicia. Esto sobre dinero”.
Para que tengan una idea, estos loros, los cuales están en la lista de especies en peligro, pueden vivir aproximadamente 50 años.
