La ciudad de Hialeah repartió este martes en varias escuelas charter alrededor de 300 estuches especiales que pueden ser utilizados para encontrar a un niño con autismo en caso que este desaparezca.
"Creo que es una inversión no solo en los niños con autismo, sino en los niños en general de nuestra comunidad", advirtió Esteban Bovo, alcalde de la ciudad de Hialeah, quien añadió: "A largo plazo será beneficioso para ellos, padres que tienen hijos con autismo, padres que tienen hijos con período, y también aquellos que han tenido algún amado tal vez en una instalación".
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Las escuelas de Hialeah brindan educación especializada a alrededor de 300 estudiantes con autismo. A todos ellos se les dará un equipo y los padres serán capacitados para utilizarlos.
Barbie, del departamento de bomberos de la ciudad de Hialeah, explica que para utilizarlas "vas a frotar a la persona y luego lo meterás en la bolsa de mylar".
La concejal Vivian Casals Muñoz apunta que "vas a poner todo aquí, vas a poner la fecha y el nombre del niño y meter esto en tu congelador y será bueno por 5 años".
Para padres como Patricia Domínguez, cuyo hijo de 11 años tiene limitación del habla, el kit le ofrece tranquilidad. "Como padres nuestra peor pesadilla es que nuestro hijo se desaparezca, lamentablemente un niño con necesidades especiales no sabe comunicar verbalmente las mismas cosas que un niño neurotípico lo haría, esto ojalá tenga que utilizarlo".
Los policías de la ciudad, ya recibieron capacitación en concientización sobre el autismo, mientras esperan ampliar su programa e incluir los kits.
Local
George Fuente, jefe de la policía de Hialeah habló sobre la importancia de esta herramienta tan útil para ser usada en las escuelas de la ciudad. "Esto dará a las familias una herramienta para colocar dentro de sus congeladores con una muestra de ADN o de olor de su hijo, que dios no lo permita el niño se desaparece, ellos tendrán algo para entregar a los oficiales en la escena para que puede ayudar a nuestra unidad k-9".
Cada kit cuesta aproximadamente 3 dólares. Un precio pequeño a pagar siendo que cerca de la mitad de los niños con autismo desaparecen de su entorno cada año.
