Una decisión reciente del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) ha sacudido los cimientos de los programas de ayuda alimentaria en todo el país. Con un recorte de 500 millones de dólares destinado a respaldar a bancos de comida, cientos de organizaciones se han visto forzadas a reestructurar sus operaciones, dejar de recibir parte del suministro y, en algunos casos, utilizar fondos propios para mantenerse a flote. En el sur de Florida, el impacto ya se está sintiendo de forma directa.
Este martes por la mañana, residentes del Distrito 3 de la ciudad de Miami hicieron fila para recibir alimentos gratuitos. Algunos llegaron desde temprano. Otros, con niños en brazos o acompañados de adultos mayores. Para todos ellos, estas entregas representan más que bolsas con productos: significan la posibilidad de poner comida en la mesa en medio de una economía que, según relatan, les ha vuelto cuesta arriba cubrir los gastos básicos.
Noticias de Florida 24/7 en Telemundo 51.

“Esto es una ayuda, porque la verdad que la situación no está muy buena”, comentó una beneficiaria visiblemente agradecida.
Jenny, otra de las asistentes, señaló con preocupación que “las condiciones que estamos viviendo hoy día están difíciles y no alcanza… el suministro no alcanza a final de mes, y esto es bueno”.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.

La distribución fue organizada por la oficina del Comisionado Joe Carollo y contó con el respaldo de Farm Share, el banco de alimentos independiente más grande del estado de Florida. Esta organización sin fines de lucro distribuye productos donados por supermercados y agricultores locales, moviendo unas 100 mil libras de alimentos cada 48 horas, de acuerdo con su director de desarrollo comunitario, Mario López.
Aunque Farm Share no ha sido afectada directamente por el recorte presupuestario del USDA, su carga operativa se ha incrementado. ¿La razón? Las agencias que sí fueron afectadas ahora buscan su apoyo para continuar atendiendo a sus comunidades.
“Los programas que se están reestructurando no son los que manejamos directamente nosotros… pero sí hemos visto un incremento en la demanda”, explicó López. “Otras agencias que sí fueron impactadas vienen a nosotros buscando el apoyo para seguir proveyendo a la comunidad”.
Local
Una de esas agencias es The Salvation Army de Fort Lauderdale, cuyo banco de alimentos sufrió un cambio repentino en el suministro. Lilly Gallardo, quien supervisa la distribución, relató que hasta hace poco recibían alimentos semanalmente. Ahora, esa entrega se ha reducido a una o dos veces al mes.
“En abril solo recibimos una entrega, y a partir de mayo serán dos al mes. Tuvimos que gastar 13 mil dólares de nuestro presupuesto para poder comprar comida y cubrir la necesidad de cientos de familias que dependen de nosotros”, explicó Gallardo.
Este jueves, en los terrenos de la Feria del Condado Miami-Dade, se realizará otra jornada de distribución masiva de alimentos. El evento, además, incluirá actividades para toda la familia. Sin embargo, detrás de esta iniciativa solidaria persiste una preocupación creciente: el sistema de ayuda alimentaria está bajo presión, y el impacto de los recortes federales podría agravar la inseguridad alimentaria en los sectores más vulnerables.
Mientras tanto, organizaciones como Farm Share y Salvation Army hacen lo posible por cerrar la brecha y garantizar que quienes necesitan apoyo no se queden sin una comida.