En tiempos de coronavirus, las mascarillas constituyen una medida de protección.
Y para gustos, máscaras. Todas protegen y disminuyen el riesgo de infectarse con Coronavirus, aunque las N95 ofrecen la mayor protección.
Pero hay que saber usar la mascarilla. Al ponérsela, ajústela de modo que la nariz y la boca queden cubiertas y al quitársela, nunca toque la parte exterior.
Para la máscara usada, quedan dos opciones: desecharla o esterilizarla con dispositivos de luz ultravioleta, certificados, como este que se venden online.
Con el verano, la humedad, el polvo y las máscaras, aparecen las irritaciones. Los dermatólogos sugieren una barrera de protección entre la máscara y la piel. Lavarse la cara, aplicar una crema hidratante y un protector solar.