En medio de una protesta pacífica masiva de los residentes de los Cayos de la Florida inició la reapertura al turismo.
Este lunes, se eliminaron los puntos de control que desde hace más de dos meses prohibían el acceso de los visitantes. Y aunque el coronavirus prácticamente no pudo entrar a los cayos, los dueños de negocios sufrieron las consecuencias en una zona cuya economía depende del turismo.
Los hoteles también volvieron a recibir turistas, pero solo al 50 por ciento de su capacidad.
Los bares y discotecas permanecerán cerrados y las máscaras son obligatorias en negocios y en espacios públicos.
En la emblemática calle Duval, poco a poco queda atrás una imagen que solo se compara con los días de un huracán.
