Oraciones y un pedido enérgico por justicia hicieron este miércoles miembros de la iglesia del pastor Gregory Boyd, el hombre asesinado el pasado jueves 10 de septiembre en un centro comercial de West Little River.
A seis días del tiroteo que cobró la vida del pastor Gregory Boyd, miembros de su congregación y amigos de la víctima se reunieron para hacer un llamado de justicia, junto a detectives del departamento de policía de Miami-Dade, todos reunidos en el mismo lugar donde ocurrió la balacera.
“Los pastores se suponen que mueran de forma sagrada y no de una forma tan insensible", dijo un líder religioso y amigo de Boyd quien tenía 54 años.
A casi una semana del violento crimen, detectives revelan que han logrado recolectar importante evidencia sobre el crimen.
“La sangre de él no va a correr sin justicia”, aclaró Jorge Aguiar, jefe de la investigación, en el departamento de homicidios de Miami-Dade, quien procesa lo ocurrido ese día con la ayuda de videos.
De acuerdo a la investigación Gregory Boyd, estaba en el centro comercial ubicado en la 79 calle y la 27 avenida, buscando comida cuando fue sorprendido por las balas.
“Unos individuos que parece que se conocen, no sabemos porque razón, al momento pasó algo y sacaron armas y empezaron a disparar en el parqueo. El pastor iba caminando por la acera, iba saliendo cuando los disparos empezaron y desafortunadamente fue impactado por una bala”, acotó Aguiar.
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Miembros de la comunidad y amigos de la víctima anunciaron que van a protestar hasta que él o los responsables de este crimen sean atrapados.
“Si este fuera un tiroteo con policías, este estacionamiento estaría lleno de gente, protestas e indignación pero este es un hombre de Dios que no vino para ser asesinado a balazos...”, dijo un amigo de la víctima.
Por su parte, Cheryl Coleman, también amiga de pastor asesinado dijo: "Todas las vidas importan, así que es momento de salir y enfrentar la verdad para encontrar al asesino del pastor”.
