Familias de víctimas de Parkland presentan nueva demanda

Alegan que hubo negligencia de la Junta Escolar de Broward y de la Policía.

Más de un año después de la tragedia de Parkland, se presentó una nueva demanda en la que familias de las víctimas mortales y de sobrevivientes alegan que el Distrito Escolar de Broward y el Departamento de Policía de Broward fueron negligentes a la hora de evitar y responder al tiroteo que dejó 17 personas muertas en febrero del 2018.

En la demanda presentada este miércoles por varios padres se afirma que la Junta Escolar de Broward no tomó medidas para abordar el riesgo que representaba Nikolas Cruz, ya que el distrito sabía que el joven representaba un peligro para la sociedad.

"Las acciones hablan más que las palabras y las familias de las víctimas y las víctimas han sido muy pacientes. Por sus acciones hasta la fecha ha quedado claro que la Junta Escolar no tiene la intención de asumir la responsabilidad que las familias han pedido, por lo que la paciencia de estas familias y sobrevivientes que han esperado para presentar oficialmente sus demandas ha terminado", dijo en una declaración Todd Michaels, abogado de la firma The Haggard y quien representa a las familias de Joaquin Oliver y del profesor Scott Beigel.

Las familias buscan a través de este recurso compensación por los daños causados por la pérdida de las víctimas, así como el trauma mental y emocional que han sufrido.

Las familias también afirman que los oficiales del Departamento de Policía de Broward SO no ingresaron a le escuela Marjorie Stoneman Douglas para localizar y neutralizar a Cruz, a pesar de que tenían la capacidad para hacerlo, ni tampoco llevaron a cabo el protocolo obligatorio para situaciones que involucren a un tirador activo.

“El asesino que ingresa a ese campus y asesina a nuestros hermosos seres queridos, esto nunca debería sucederle a otro padre, a otra madre, a otra esposa", dijo Max Schacter, cuyo hijo Alex fue una de las víctimas.

El ex policía escolar Scot Peterson también es mencionado en la demanda por “ignorar voluntariamente las políticas y los procedimientos al permanecer afuera de la escuela cuando Cruz estaba dentro del edificio 1200”, al igual que el supervisor del campus Andrew Medina, quien, según los padres, sabía el peligro que representaba Cruz. Sin embargo, lo vio llegar al recinto escolar y lo siguió en su carrito de golf, pero nunca llamó a un código rojo en su radio, una llamada que podría haber alertado del inminente peligro.

En la demanda también se llama la atención sobre el papel del Departamento de Niños y Familias de Florida, así como la institución mental Henderson Behavioral Health, criticada por el tratamiento que le ofreció a Cruz solo meses antes del tiroteo.

"No queremos que sus muertes sean en vano, tienen que seguir viviendo, y estamos haciendo esto por ellos", dijo Schachter.

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