Florida

Padre pide visa humanitaria para estar con hijo herido

El joven Eduardo Contreras permanece hospitalizado, tras sufrir un accidente que le provocó varias fracturas en el cráneo, que lo mantuvieron durante 45 días en un coma inducido.

Telemundo

El joven Eduardo Contreras permanece hospitalizado, tras sufrir un accidente que le provocó varias fracturas en el cráneo, que lo mantuvieron durante 45 días en un coma inducido.

Eduardo Contreras,  el padre del joven hospitalizado dice:

“Primero hay que despertar ese cerebro, lograr que tenga la coordinación de antes y eso necesita de un apoyo familiar importante”.

Apoyo que este padre cubano está listo para ofrecerle a su hijo. Para eso necesita una visa humanitaria que le permita llegar lo más rápido posible al sur de la Florida, donde el joven Eduardo Contreras permanece hospitalizado.

“Tiene un daño cerebral que está por determinar. Ha borrado la memoria a corto plazo. No recuerda los últimos meses”.

Por eso no recuerda lo que sucedió la madrugada del pasado 20 de noviembre. Eduardo viajaba con su novia, en su auto, cuando impactaron otro vehículo. En ese momento nadie resultó herido.

“Pero minutos después vino un auto y los impactó a ellos. Su esposa murió en el acto, porque se encontraba dentro del vehículo”, dice Contreras.

Eida Alfonso, una amiga, dice: “está solito en este país. Él no tiene familia, no tiene a nadie que vaya a verlo. Que vaya a apoyarlo”.

Según el padre del joven, esta mujer se ha convertido en el ángel guardián de su hijo, a quien conoció cuando era un niño en Cuba.

“Empecé con ejercicios. Aprieta la manito. Lanza la pelota. Bueno, esa mano ya tiene 100 por ciento de movilidad”, dice Alfonso.

Pero Eduardo aún no mueve la parte izquierda de su cuerpo.

“Aunque yo salga de mi trabajo en la noche, yo siempre paso a verlo. El mejor médico de un hijo es su papá”, dice Alfonso.

Y en este caso se cumplen ambos roles porque el padre del joven también es doctor. Y aunque ha constatado que su hijo recibe las mejores atenciones médicas asegura que “todo eso hay que unirlo a dosis de amor. A cariño, a la comprensión de la familia”.

Mientras espera por una ayuda que le permita viajar, Eduardo seguirá luchando por su recuperación y Eida, a su lado, estará como la guardiana que nos entrega una lección de solidaridad e infinito amor.

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