La vida de Ashley, de sólo 3 años, está en riesgo, y desde Cuba le pregunta a su padre en Miami: “¿cuándo tu vienes?” A lo que su padre contesta: “¿cuándo yo voy, mi vida? Mi vida, tú eres la que vas a venir, porque papá está luchando para que tú puedas venir para acá, mi amorcito lindo”.
Ese es el mayor anhelo de René Alejandro Rodríguez, un padre que desde que hace cuatro meses su esposa lo llamó desde Cuba, para decirle que la niña de tenía un tumor.
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Y desde que recibió su diagnóstico ha sido sometida a cuatro cirugías para intentar aliviar los efectos de la enfermedad, pero ninguna para eliminar el tumor.
El último niño que se operó con ese caso en Cuba quedó ciego, pues el país no tiene ni las condiciones tecnológicas ni los médicos capacitados para hacerle la operación que la menos necesita.
Los mismos médicos que la atienden en Cuba han dicho que es una operación muy riesgosa.
Fueron los propios especialistas en Cuba quienes le hablaron de una posibilidad: una radiocirugía, que no se realiza en la isla.
“Desde que yo supe de ese tratamiento y que sepas que hay una oportunidad para tu niña, y conozcas personas que han salido bien, eso sería la vida misma para mí”, dice la madre desde Cuba.
Local
Un hospital en el sur de la Florida aceptó someter a la pequeña Ashly a este procedimiento, y ahora todo depende de una visa humanitaria.
La familia cuenta con la ayuda del abogado Eduardo Soto y la oficina del senador Marco Rubio.
“Esa visa es la vida de la niña. La vida mía, de mi esposa y de la familia, pero mientras más el tiempo corre, más la vida de ella está en riesgo”, dice su padre.
