Con cada videollamada, Héctor Javier Barrios logra sentirse un poco más cerca de su hijo, quien está gravemente enfermo en Cuba, a pesar de la distancia.
“Es como si lo estuviera viendo, pero ojalá tenerlo aquí, al lado mío. Es la única manera de tener contacto con él”, dice barrios.
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Pero ninguna de estas conversaciones con el pequeño de diez años, logra calmar su preocupación de padre.
“Cada vez que yo lo llamo imagínate como se me pone el corazón, viendo a un hijo que no tiene la oportunidad de sobrevivir. Es algo que se te está acabando diariamente y ese algo es tu hijo”, dice Barrios.
En el año 2019, Héctor David fue diagnosticado con leucemia linfoide aguda. Desde entonces el pequeño se ha sometido a varios tratamientos en Cuba, entre ellos ciclos de quimioterapia, pero su estado de salud empeora con los días.
Nodeisys Candano, madre del niño, dice: “aquí se agotaron todos los recursos... Y es mamá me duele, constantemente. Cada día que pasa empeora y es: mamá, me duele”.
Los propios médicos del niño en Cuba le recomendaron a la familia hacer todo lo posible para sacarlo del país, a través de una visa humanitaria.
Local
Barrios, quien reside en Miami desde hace casi diez años, solicitó la ayuda de un hospital local y, según nos dijo, la institución accedió a ayudarlos. Enseguida presentó toda la documentación ante las autoridades migratorias, pero han pasado dos meses y no recibe respuestas.
Lo que pasa, dice este padre, es que temen que la ayuda llegue cuando ya sea demasiado tarde.
