Ante la amenaza de la variante ómicron, la alcaldesa de Miami-Dade puso en vigor de nuevo una orden de emergencia que exige a los hospitales reportar cada día el número de casos de COVID-19 en sus instalaciones y la disponibilidad de camas de hospital.
La orden, emitida originalmente en julio ante la presencia de la variante delta, fue suspendida en noviembre por la alcaldesa Daniella Levine Cava, ante la significativa reducción en el número de casos reportados.
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La orden, efectiva a partir del viernes, requiere que los hospitales reporten el número de vacunas administradas, cuántos pacientes están siendo tratados en unidades de cuidados intensivos y el número de respiradores artificiales disponibles.
"Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que estamos respondiendo (adecuadamente) a esto", dijo la alcaldesa.
El condado con la mayor población en Florida reportó recientemente un 7 por ciento de resultados positivos en pruebas del COVID-19, cuando la tasa de positividad era de sólo 1% apenas hace 30 días.
En Florida se han reportado pocos casos de la variante ómicron, pero la directora de comunicaciones del condado, Rachel Johnson, le dijo al Herald que se ha detectado la presencia de la nueva variante en pruebas realizadas en el sistema de drenaje local.