Millones de artículos falsos que entran diariamente a Estados Unidos son decomisados, en su mayoría provenientes del China, principal país de origen de la mayoría de la mercancía que imita productos de reconocidas marcas, y que terminan en el mercado informal, en detrimento de la propiedad intelectual de los productos originales.
El gobierno parece estar decidido a dar la batalla contra esta actividad comercial ilegal y apoyar a las autoridades de aduana y protección de fronteras en esta tarea.
Aduanas insiste en que, si una persona es destinatario frecuente de falsificaciones o productos peligrosos, podría enfrentarse a la ley.
“Trabajamos con el departamento de investigaciones de Homeland Security para que sigan la investigación y puede ser que la persona sea arrestada o enfrente cargos criminales”, dicen.
El exgobernador del estado y actual senador, Rick Scott lidera un proyecto de ley que busca detener esta perjudicial práctica.
“Queremos asegurarnos de que todo lo que entre por aquí sea seguro para los estadounidenses, que no haya ni falsificación, ni contrabando”, dijo Scott.
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Scott propone el proyecto de ley “Prime Act”, que avanza en Washington, para fortalecer los controles sobre las plataformas de comercio electrónico que venden productos falsos. En tanto la aduana y el gobierno siguen trabajando para que la correspondencia sea segura.
Además de falsificaciones, drogas y materiales peligrosos, también en la aduana se detecta la entrada al país de alimentos no permitidos y productos agrícolas que podrían no ser seguros.
