El Departamento de Policía de North Miami Beach informó que encontró a la adolescente de 15 años en un estado del noreste del país, y dijo que pudo haber estado en peligro luego de que desapareciera de su casa el sábado pasado.
Con gran emoción recibieron en su casa anoche a la adolescente que había sido reportada como desaparecida en North Miami Beach. Su madre respira ahora aliviada.
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“Se puso a llorar cuando yo salí a abrazarle y todo y dice que se arrepiente”, dijo Ana Quintanilla, madre de la adolescente.
La adolescente estaba jugando un videojuego cuando comenzó una conversación virtual con un desconocido, que luego pasó a recogerla a su casa el sábado en la mañana, dijo la policía en un comunicado de prensa.
La joven llamó a su madre cerca de las 10 de la noche y la policía pudo rastrear la llamada.
Durante la conversación, la adolescente estaba llorando, dijo antes de cortar la llamada que estaba en un lugar lejano y que no había comido, indicó la policía.
El jefe de la policía de North Miami Beach, Richard Rahn, ofreció algunos detalles este lunes.
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“Es absolutamente despreciable la forma en la que esta persona manipuló a esta jovencita. Ella estaba en un videojuego con una aplicación para chatear y esta persona pudo averiguar dónde ella vive y quién es y -de hecho- fue a la casa cuando los padres no estaban allí y se la llevó. ¡Horrible! una niña de 14 años (…) no creo que pueda tomar esa decisión así.”
Según explicó Ana Quintanilla, ella regresó del trabajo el sábado y al llegar a su casa se encontró con su peor pesadilla: su hija había desaparecido, dejando dos cartas.
Inmediatamente, Quintanilla alertó a las autoridades de la desaparición de su hija de 15 años.
Esa noche recibió una señal de vida de la adolescente, una llamada telefónica que le permitió a las autoridades rastrear el teléfono a Carolina del Norte.
Al día siguiente, la joven le dijo a su madre donde se encontraba, en Filadelfia. Según las autoridades, la adolescente conoció al hombre con quien se fue a través de un juego por internet. Habrían estado conversando durante unos 6 meses y en ese tiempo surgió una relación.
“Todavía es una niña, que los pensamientos no los tiene como un mayor”.
Ahora, Ana espera que esta amarga experiencia sirva de ejemplo para otros padres.
“Decirle a los padres de familia que tienen hijos pequeños que sean más cuidadosos con sus hijos. Que no le confíen mucho el teléfono, puede ser peligroso para ellos”.
