Aislamiento por 5 días es el requerimiento desde este sábado, para quienes llegan a Cuba procedentes del exterior.
Reinaldo García, gobernador de La Habana dijo que “cinco, siete días de aislamiento, eso lo soporta cualquiera. Vamos a ser consecuentes con eso y vamos a dar una colaboración importante”.
Fermín de Vales, de la agencia de viajes “FDV travel”, dice que “las personas que no sean residentes de la isla tienen que pagar el transporte a su provincia más la estadía en un hotel, designado por Havanatur”.
La operadora turística del régimen ofrece esos paquetes de aislamiento y los anuncia en su web como una “experiencia”, con costos que van desde 283 hasta más de 800 dólares, en dependencia de la categoría del hotel o si incluye desayuno y cena, o desayuno, almuerzo y comida.
Si usted llega a La Habana y se dirige a otra provincia, el costo de ese transporte se incluirá en el paquete. Sin embargo, para los residentes en Cuba, el aislamiento tras llegar de viaje no tendrá costo alguno.
“El gobierno cubano asumirá todos los gastos y serán llevados a un centro de aislamiento que no tenemos conocimiento aún y no tienen que pagar absolutamente nada desde que llegan a la terminal 4 hasta que los dejan en su casa”, dice Fermín de Vales.
Aun así, la medida implica inconvenientes para algunos. Alejandro Monte, cuenta que su "abuela tiene 88 años. Está clarita, pero en la parte física no está muy bien. Imagínate que la metan en un lugar, donde no hay agua caliente, con una pila de gente, que a lo mejor alguno está enfermo”.
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Y no le faltan razones, mientras Havanatur promociona su “experiencia” de aislamiento en hoteles pagados para quienes residen en el exterior, el aislamiento para los cubanos que regresan de viaje y viven en la isla podría ser una experiencia, pero terrible, como ocurrió en meses anteriores.
“Son escuelas al campo, lugares con unas literas, baños cochinos, que te dan comida en una bandeja de metal, picadillo de soya, lo que haya”, dice Monte.
Pero según el mercado, ni aislamientos costosos, ni el riesgo de condiciones infrahumanas limitan las ansias de viajar y regresar a la isla.
“La demanda sigue igual. Quizás con un poquito más de recelo porque tienes que pasar 5 días en un centro de aislamiento, pero las personas siguen viajando. Todos los vuelos que quedan están llenos”, dice de Vales.
