En Wynnwood, negocios ubicados en la calle 24 del noroeste del condado, dicen estar luchando para subsistir.
"Desde hace un año y medio, a nosotros, con la construcción nos han estado cerrando la calle", comenta María Isabel Cabré, directora de operaciones de J Wakefield Brewing. "Las ventas están que han caído en un 50%".
Restaurante y bares como J Wakefield Brewing, Gramps y Racket están entre los afectados, aunque otros en las calles 23 y 25 también sufren el impacto.
"Ahora nos están cerrando la calle desde las 7 de la tarde hasta las 8 de la noche, lo que básicamente nos mata porque esas son las horas de mayor afluencia de personas", apunta Jonathan Wakefield.
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Los dueños de los negocio dicen haber hecho un acuerdo con los contratistas a cargo de las obras.
"Ellos iban a trabajar dos semanas en la noche, como entre las ocho de la noche y las tres de la mañana, y había un acuerdo. Después de esas dos semanas, ese suponía que trabajaran desde las tres de la mañana a las 11 de la mañana. Ahora ellos están cerrando la calle a las 7:30 u ocho de la noche", explica María Isabel Cabré, directora de operaciones de J Wakefield Brewing.
Representantes de estos negocios negocios dicen estar batallando para sobrevivir y ahora piden la intervención de la ciudad de Miami.
Local
"Qué protegan a los negocios que pagan impuestos y pagan por los permisos. Lo que estamos viendo ahora es que las compañías de servicios como la electricidad, el teléfono, ellos tienen como un pase de gratis para trabajar por el Estado. Eso no tiene nada que ver con la ciudad. Eso viene de Tallahassee. Entonces, ese es un gran problema porque a ellos no les importa nada", considera Cabré, la directora de operaciones de J Wakefield Brewing, uno de los negocios afectados.
