Tiempo libre, cuarentena y creatividad fue la fórmula para empezar a coser estas mascarillas caseras, y con un único objetivo: prevenir el contagio del Covid-19.
Maria Pía Sánchez, residente de Weston, explica: “Una de mis hijas se contactó con Cleveland Clinic y canalizamos la ayuda con el departamento de filantropía. También con gente que nos ha escrito pidiendo para su familia que está en una condición médica especial”.
Las hay de Guatemala, Honduras, Colombia, Argentina, Venezuela y México. Son 50 mujeres de Weston que cosen con materiales donados. En tres semanas, entregaron más de 500 tapabocas.
Isabel Hofmann, residente de Weston dice: “lo que más me ha gustado de esto es ver como se ponen las enfermeras y los doctores que reciben el producto final”.
Mientras Emilia Hofmann, residente de Weston asegura que “esto va a ayudar un montón y será certificado por varios hospitales que va a poder ayudar a todos”.
La idea atravesó América y llegó hasta chile, donde también empezaron a hacer estas mascaras.
Local
Al principio hacían dos o tres tapabocas por día, pero con la práctica hoy cosen entre 20 y 30 mascarillas cada voluntaria.
Para mantener el distanciamiento social las voluntarias cosen cada una en su casa. Si te quieres sumar a este esfuerzo puedes entrar a este enlace en Facebook: https://www.facebook.com/groups/509719009637149/?ref=share
