El peligro es inminente y en estas aguas del golfo de México es donde el huracán Michael está cobrando fuerza para azotar con toda su furia sectores del noroeste de la Florida.
Decenas de curiosos se acercaban a la orilla tratando de captar imágenes del oleaje en una zona de evacuación obligatoria. Algunos residentes que viven cerca de la playa están ignorando la advertencia de las autoridades.
Al caer la noche, el gobierno de la Florida había confirmado la apertura de al menos 34 albergues. Al mediodía de este martes ya había escasez de gasolina.
Y en sus últimas declaraciones, el gobernador de la florida confirmo que 17000 trabajadores están listo en la zona para restablecer el servicio de energía eléctrica una vez pase el peligro.
Mientras tanto, rápido viene a la memoria de los residentes el poder devastador de otros huracanes que han pasado por aquí en las últimas dos décadas.
