Las 2 primeras semanas del juicio al autor confeso de la masacre de la escuela de Parkland escuchamos como murieron algunas de las víctimas, después empezamos a tener los testimonios de los padres, hermanos y abuelos, quienes contaron como era la vida de las víctimas fatales, el dolor que sienten por la ausencia, y un futuro interrumpido, sin ninguna razón.
Por tercer día consecutivo el jurado escuchó los testimonios pendientes de algunos padres. Los primeros fueron los papás de Gina Montalto. Jennifer, su mamá, recuerda que “era una niña muy especial, tenía un gran corazón, derretía a todo aquel que la conocía. Era una muy buena amiga de sus amigos”.
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Por su padre, Tony Montalto, el padre de la estudiante, dijo que su hijo lucha por entender la muerte de Gina, pero también habló de su esposa. “El dolor que siento se magnifica cuando miro a mi esposa y veo como lucha sin Gina. Me desgarra verla sufrir”.
Después se escuchó hablar al papá de Alexander Schachter. “Tal vez pude encontrar algo que me ayudó a escribir el discurso más doloroso. Me sorprendió cuando encontramos un poema, el más hermoso que jamás haya escrito”, remarcó Max Schachter, papá de alex Schachter.
Y fue entonces cuando todos escucharon a Ryan Schachter leer ese poema de su hermano.
Pasado el mediodía, la audiencia comenzó con una moción de la defensa por el testimonio del sargento Raymond Beltrán, quien se presentó la semana pasada. Los abogados pidieron que se excluya del juicio por irrelevante.
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Eso fue por el ataque que el policía sufrió en la cárcel, cuando el acusado lo agredió. La fiscalía alegó que ese hecho fue un evento que amenazó la vida.
La jueza negó la moción; sostuvo que fue un delito grave y violento que el jurado puede usar como agravante para sopesar la pena de muerte.
Como ya lo habíamos anticipado, los miembros del jurado irán este jueves a la secundaria Marjory Stoneman Douglas. Recorrerán los pisos del edifico donde fue el tiroteo. No podrán tocar nada dado que en ese lugar hay sangre seca, los regalos por el día de San Valentín, y agujeros de bala en pisos y paredes, luego que el edificio quedara cerrado y sellado poco tras el tiroteo.