Miami Beach volverá a estar bajo toque de queda. Será desde este jueves hasta el lunes, pero la propia policía sugirió extenderlo varios días más.
Comenzará a la medianoche y será hasta las seis de la mañana del día siguiente.
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El tema se discutió la tarde del martes durante una reunión especial de la comisión.
El toque de queda cubrirá toda la zona del llamado distrito del entretenimiento, desde la calle 23 hasta el límite sur de la ciudad.
Además del toque de queda, la comisión votó el martes a favor de otorgarle a la administradora la facultad para impedir que las licorerías y otros comercios vendan alcohol en la zona.
A muchos empleados de la zona les preocupa el impacto en su bolsillo de la medida aprobada.
A los visitantes, también los toma por sorpresa, tanto las restricciones como la violencia.
Local
Quienes viven en la ciudad están cansados de la violencia y agradecen las medidas.
Las autoridades, quienes invirtieron en mayor presencia policial y no fue suficiente, esperan poder mantener la paz en la ciudad.
Miles de estudiantes universitarios y otros jóvenes se reúnen cada año en Miami Beach para el spring break, y éste es el segundo año consecutivo en que las autoridades de la ciudad del sur de Florida declaran un estado de emergencia en el lugar.
El domingo por la mañana, tres personas resultaron heridas en una calle repleta de turistas en el barrio de South Beach de la ciudad, informó la policía. Dos de las víctimas fueron trasladadas a un hospital, mientras que médicos en otro hospital reportaron a un tercer paciente con una herida de bala. Se espera que todos sobrevivan.
El lunes por la mañana, agentes patrullaban la zona a una cuadra del tiroteo del domingo cuando escucharon disparos, informó la policía. Los agentes encontraron a dos mujeres con heridas de bala, aunque la policía señaló que sus heridas no ponían en peligro su vida.
Mientras tanto, en la vecina Fort Lauderdale, la playa permanece repleta de vacacionistas, pero el ambiente es mucho más tranquilo. Apenas se reportan incidentes. Ahora la preocupación es que, con el toque de queda en Miami Beach, la violencia se desplace hasta esa ciudad.
