Cinco votos sobre dos, la comisión de la ciudad impuso el sí a pesar de los reclamos y argumentos de los empresarios opuestos.
Miami Beach suspenderá a las 3 de la mañana la venta de bebidas alcohólicas en las avenidas Ocean, Collins y Washington, entre las calles 5 y 16.
La propuesta inicial abarcaba 17 días. La aprobada esta noche, sólo 6: entre el 13 y el 19 de marzo. La medida tendrá un impacto económico notable en cientos de negocios. Los trabajadores de la Discoteca “Twist” llegaron a advertirlo al ayuntamiento para advertir de los efectos negativos para su bolsillo.
Su propietario Joe Steven criticó el enfoque de la medida y señaló que el 40 porciento de la clientela diaria, llega al establecimiento pasada la 1 de la madrugada y 6 días costarán 20 mil dólares en salarios.
El alcalde y los comisionados a favor insistieron en que buscan prevenir un problema mayor: la ingobernabilidad de la ciudad por la marea de jóvenes asistentes al Spring Break. Terminar la venta de bebidas a las 3 e la mañana, facilitaría la operatividad de la policía.
“Entiendo por qué los propietarios de bares y clubes están preocupados pero tenemos que hacer algo distinto esta vez para controlar el flujo de personas y la seguridad en la playa”, explicó el alcalde Dan Gelber.
Los empresarios alertan de que esta medida no tiene sentido, que la marca de la ciudad está en juego y que el alcalde envía un mensaje de inseguridad a visitantes e inversionistas.
“La gente va a estar sin trabajo”, asegura Cecy Velázco, de la Asociación de Negocios de Ocean Drive.
