Todos los ojos están este martes en la contienda de Florida por el Senado federal, donde el republicano Marco Rubio busca la reelección ante la demócrata Val Demings.
La contienda es una de varias a lo largo del país que podrían terminar definiendo qué partido controla el Senado.
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Rubio, el senador de Florida con más antigüedad, está buscando un tercer período de seis años.
Demings, congresista federal y ex jefa de la policía de Orlando, está buscando arrebatar el asiento para los demócratas.
Demings logró reputación nacional por su papel en el juicio político al entonces presidente Donald Trump y estuvo en la lista de posibles compañeros de fórmula para el presidente Joe Biden.
Pero las encuestas muestran que Rubio tiene una amplia ventaja.
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Demings ha recibido grandes recursos financieros y el respaldo del presidente Biden, quien estuvo con la congresista en un acto político la semana pasada.
Aunque Demings ha recaudado más que Rubio, el senador ha recibido el apoyo del ex presidente Trump, quien lo acompañó en un mitin el fin de semana en Miami.
En su único debate el mes pasado, Rubio y Demings se enfrentaron en asuntos como el aborto y el control de armas.
Rubio esquivó una pregunta sobre si respaldaría una prohibición federal al aborto sin excepciones y calificó la posición de Demings como extrema porque la congresista no aclaró qué límites al aborto respaldaría.
En cuanto al control de armas, Demings acusó a Rubio de no hacer lo suficiente para cambiar las leyes y prevenir los tiroteos masivos, con los ocurridos en la discoteca Pulse en Orlando en el 2016 y la escuela Marjory Stoneman Douglas en Parkland en el 2018.
“¿Por cuánto tiempo va a ver a personas masacradas en primer grado, cuarto grado, secundaria, en la universidad, la iglesia, la sinagoga, la tienda de alimentos, el cine, el centro comercial y una discoteca sin hacer nada?", dijo Demings.
Pero Rubio defendió su oposición a las restricciones a las armas argumentando que algunas propuestas no hubieran detenido los tiroteos masivos y que los estadounidenses tienen el derecho de protegerse que les da la Segunda Enmienda.
