"Psicológicamente, él no está bien. Él ha llorado mucho, lo siente mucho”, dice Alie Bringas, la madre del joven cubano Emir Rodríguez, de solo 19 años, quien fue uno de los 66 cubanos deportados este miércoles a la isla desde Miami.
“Los montaron en un ómnibus y le dijeron que los iban a llevar para sus provincias, pero no fue así. Los bajaron a mitad de camino y les dijeron que no había combustible”, cuenta.
Según relató Emir, en cuanto llegaron los sometieron a un interrogatorio. Les preguntaron cómo habían salido de Cuba y si habían dicho que tenían miedo a volver.
“Lo abracé. Lo besé. Lloramos”, rememora la madre del joven.
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Ahora ambos están preocupados por el futuro del joven en Cuba y que lo obliguen a realizar el servicio militar.
Los vuelos de deportación preocupan a quienes tienen además sus citas en las oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Según los abogados, el peligro sería mayor para quienes ya están detenidos o tienen una I-220B o una orden de deportación pendiente.
Local
De los 66 deportados este miércoles, 36 llegaron a EEUU por vía marítima y 28 a través de la frontera sur. Todos habían perdido sus casos de miedo creíble o su asilo político.