Una foto del Arzobispo de Buenos Aires se hizo viral cuando se convirtió en el Papa Francisco, pero en su momento pasó desapercibida.
Cuando Jorge Bergoglio era Arzobispo de Buenos Aires no usaba chofer y viajaba en subte. Salía de esta estación de ferrocarril, cruzaba la Plaza de Mayo y llegaba a su oficina, pero antes de entrar pasaba por un kiosco de diarios y revistas.
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Emocionada, Cristina recuerda al padre Jorge de aquellos años cuando con su esposo le vendían el periódico y él mismo bajaba de su oficina para recogerlo.
"Todos los días de lunes a viernes, cuando los periódicos no llegaban a horario, él ya venía a buscarlos, recuerda Cristina Kolodiuk.
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Jose María Di Paola, el “Padre Pepe” era amigo del Papa Francisco, comenta: "Él podría haber mirado Buenos Aires desde el centro y no lo hizo. Él fue a la periferia, a las villas, a los barrios, a los hospitales"
Como lo hicimos por la mañana Bergoglio viajaba en transporte público. Recorrimos una parte del mismo trayecto que hacia para llegar al Arzobispado. En uno de esos traslados, un fotoperiodista lo reconoció y le sacó una foto.
Cuando a Bergoglio lo nombraron Papa, esa imagen se hizo viral. Francisco rompió las reglas tradicionales del Vaticano, pero antes ya lo había hecho en Argentina. Un hombre de gran astucia y noble corazón.
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"Fue a poner el oído en los lugares donde había mas sufrimiento, más necesidades".
Hace 12 años, la asunción de Bergoglio como Papa me hizo participar de la cobertura periodística en una jornada de alegría y emoción para los argentinos.
Parado en el mismo lugar, hoy la emoción nos embarga de nuevo, pero con un amargo sabor, el de una despedida.
El sábado a las 10 de la mañana, hora de Argentina, y mientras en Roma ya casi haya terminado el funeral, habrá una misa por el eterno descanso del Papa Francisco. Será al aire libre, frente a la Catedral, y cuando finalice harán una caravana por la Plaza de Mayo con un abrazo simbólico en homenaje a su santidad.
