Cuba

La crisis turística agrava el debacle económico en Cuba

El 2024 supuso un tropiezo con 2,2 millones de visitantes y este año arrancó aún por debajo, con un descenso interanual del 30%, según la Oficina Nacional de Estadística e Información

El fin de la temporada alta en Cuba ha confirmado que el turismo sigue sin levantar cabeza en una isla que durante décadas tuvo a este sector como motor de la economía y fuente fundamental de divisas.

Expertos, hoteleros y turoperadores analizarán los retos y oportunidades de esta industria durante la Feria Internacional de Turismo (FITCuba), que se celebra en La Habana entre el 30 de abril y el 3 de mayo.

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A continuación, algunas claves para entender la crisis del sector:

¿Cuándo se originó la crisis del turismo?

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Cuba no se ha recuperado del golpe de la pandemia, aunque el descenso de turistas venía de antes. Tras el récord de 2017 -con 4,7 millones de visitantes-, siguieron dos años a la baja: 4,2 y 4,6 millones en 2018 y 2019, respectivamente.

En 2020, con las restricciones del COVID-19, el país recibió poco más de un millón de turistas; en 2021, apenas medio millón. A partir de entonces remontaron ligeramente, con 1,6 millones en 2022 y 2,4 millones en 2023.

Pero 2024 supuso un nuevo tropiezo con 2,2 millones de visitantes y este año arrancó aún por debajo, con un descenso interanual del 30%, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

El primer ministro, Manuel Marrero, señaló recientemente que el sector se encuentra en un "escenario muy complejo", pero subrayó que el gobierno sigue apostando por el turismo como motor económico y fuente vital de divisas.

¿Qué factores influyen?

Señalan las sanciones de EEUU como el principal obstáculo, sin embargo, expertos independientes apuntan a otras causas que abonan la crisis: precios poco competitivos respecto a otros destinos del Caribe, como Cancún en México y República Dominicana, múltiples tasas de cambio y falta de infraestructuras fuera de los resorts.

uristas pasean en un auto clásico este viernes, en una calle de La Habana (Cuba). EFE/ Ernesto Mastrascusa
uristas pasean en un auto clásico este viernes, en una calle de La Habana (Cuba). EFE/ Ernesto Mastrascusa

También la grave crisis económica que sufre la isla ha lastrado la oferta en los grandes hoteles, dificulta el transporte por la falta de combustible y afecta a las casas de alquiler por los prolongados apagones diarios.

En enero, el ministro, Juan Carlos García Granda, agregó otros factores como “el crecimiento del precio del combustible” y la cancelación de vuelos de las principales aerolíneas que operan con Cuba.

¿Cuál ha sido la respuesta del Gobierno?

El efímero acercamiento entre Cuba y Estados Unidos durante la última etapa de Barack Obama (2014-2017) dio pie a un plan estatal de construcción de grandes hoteles.

Su propiedad siempre es del conglomerado empresarial controlado por el ejército, Gaesa, pero los gestionan multinacionales como las españolas Meliá e Iberostar o la canadiense Blue Diamond, entre otras.

Esto se ha traducido en una inversión estatal sin precedentes en este ámbito, lo que ha relegado a otras áreas estratégicas, como Salud, Educación o Agricultura, no sin controversia. Cuba concentró el 37,4% de la inversión estatal en actividades relacionadas con el turismo y la hostelería en 2024, según datos de la ONEI.

¿Cuál es el resultado de esta estrategia?

Esta inversión no se ha visto correspondida con la afluencia internacional y la tasa de ocupación se ha ubicado en los últimos años en torno al 30%.

En una entrevista en marzo, el economista José Luis Perelló, una de las voces más respetadas del sector en Cuba, aseguró que en el país “no hay un plan de desarrollo turístico”, sino un “plan de inversión hotelera” enfocado en lo “inmobiliario”.

El académico consideró que si Cuba quiere volver a máximos tiene que apostar por el “espíritu multidestino” en vez de buscar a los turistas desde el mercado emisor.

El Ejecutivo tiene como meta alcanzar los 2,6 millones de visitantes este año, un objetivo difícil de acuerdo con los datos de los tres primeros meses.

Para Perelló, la isla no recuperará el nivel de visitantes prepandemia hasta 2030.

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