Son más de 200 personas en una protesta frente al Hotel Marriot, en Dania Beach, donde la Junta Médica de Florida analizaba la solicitud del cirujano general del estado y el Departamento de Salud de reconsiderar el protocolo de atención médica a adolescentes menores de 18 años y prohibir los tratamientos hormonales y con cirugías de reasignación de sexo a niños y adolescentes.
"Soy un hombre transgénero y estoy aquí para proteger los derechos de gente como yo y también mis servicios de salud", precisó Esteban Rocha, activista transgénero, quien hoy se manifestó por proteger sus derechos.
La protesta terminaba con arrestos mientras la junta médica escuchaba opiniones, a favor y en contra.
El doctor Joseph Ladapo, cirujano general de la Florida, dijo que "no hay evidencia concluyente de que el tratamiento hormonal y las cirugías tengan beneficio alguno para los adolescentes".
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Por su parte, el doctor Michael Haller, jefe de endocrinología pediátrica de la Universidad de Florida, refiere que la medida tiene "100% una motivación política".
Un adolescente varón transgénero al que se limita el tratamiento hormonal con testosterona y comienza a desarrollar senos y a tener menstruación, es algo con lo que no estaría cómodo, lo cual incrementaría su disforia de género.
La doctora endocrinóloga pediátrica, Christine Dayton, explica que "siempre comenzamos con una evaluación psicológica profunda y luego pasamos a bloquear la pubertad, un proceso aprobado por padres, basado en criterios médicos. A los 16, comenzamos tratamiento hormonal y las cirugías se hacen después de los 18 años".
Local
A los 17 años, Sofía Galvin comenzó la transición social de mujer a hombre. A los 18, inició la terapia hormonal y a los 19 le extirparon los senos. Ahora se arrepiente de su transición. "Cuando yo tenía 20 años fue cuando me di cuenta de que esa no había sido una buena decisión".
La mayoría de los reunidos aquí abogaba por el acceso al tratamiento. "Yo quiero que niños como yo, crezcan sanos y no piensen en suicidarse", es lo que pide el activista transgénero, Esteban Rocha.
Pero esta vez hubo opiniones encontradas, algunos como Antonio Verdugo, de la Coalición Familiar Cristiana, "no quieren que los niños reciban terapias, lo que quieren es que reciban cirugías, y tratamiento hormonal que causa mucho daño".
Una opinión con la que difiere el activista transgénero, Victor Mateo, quien apunta: "Tienen que darles a los niños la confianza para ser quienes ellos quieren ser, quienes ellos necesitan ser".
La petición del Departamento de Salud de Florida va en contra de los lineamientos de la Academia Americana de Pediatría y del Departamento de Salud de EEUU que sostienen que los tratamientos de reafirmación de género, cuando son apropiados y necesarios, mejoran la salud física y mental de quienes padecen disforia de género.
La disforia de género es la sensación de incomodidad o angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer o de las características físicas relacionadas con el sexo.
Las personas con disforia de género a menudo creen que son víctimas de un accidente biológico y están cruelmente encarceladas en un cuerpo incompatible con su identidad.
