Miami

Inmigrantes cubanos que vivían en calles de Miami reciben ayuda de la comunidad

Tras 8 días en las calles encontraron ayuda en gran número de cubanos que ya se les ha acercado para ofrecerles algún tipo de beneficio.

Telemundo

Inmigrantes cubanos que estaban desamparados en las calles de Miami ya no están solos, pues luego de que su historia fuera conocida a través de Telemundo 51, decenas de personas se unieron para ayudarlos.

“Ese abrazo que se sentía, vale más que cualquier cosa, lo necesitaba”, recuerda Laura Marante, la cubana inmigrante que estaba desamparada en las calles de Miami, a la espera de ayuda.

Ahora ya no están solos. Después de escuchar la historia de estos cubanos, decenas de personas se unieron la noche del viernes para ayudarlos.

“Cuando vi la noticia por Telemundo, yo no podía quedarme tranquila, no me podía dormir. Y salimos toda mi familia a buscarlos”, dijo Maylin Torres, quien les ayudó.

Al igual que Gerardo Gorrín, quien les tendió su mano solidaria a estos cubanos desprotegidos. “Nos movimos como muchas familias que no pensamos que iban a ver tantas (personas) en el lugar donde estaban los desamparados". 

Tras conocer la información a altas horas de la noche muchos se motorizaron y se ha visto la acción solidaria de ayer a este sábado. “Se amontonaron más de 100 personas. Todos llevándoles” alguna ayuda.

Una comunidad movilizada aportando su granito de arena para ayudar a Laura y Maikel, quienes por más de 8 días, deambularon por las calles de Miami. El 8 de enero cruzaron el río Grande y estuvieron detenidos durante unas horas en un centro de Inmigración en McAllen.

Allí "nos dieron el I220A y nos pusieron los grilletes en los pies" precisa Maikel Pérez, inmigrante cubano que estuvo por varios días viviendo en las calles.

La pareja de hermanos ya habían ido al Departamento de Children and Family en busca de ayuda, donde les dijeron que tenían que esperar varias semanas para recibir respuesta de su caso. También acudieron a varias Iglesias y solo recibieron la ayuda de un cura que les pagó 2 noches en un motel. En el Camillus House no los dejaron quedarse por la perrita que los acompaña.

En relación a su estatus migratorio el abogado de inmigración Miguel Inda Romero, quien hace unos días fue reconocido por el gobierno federal por ayudar a liberar a más de 432 cubanos detenidos en centros de inmigración, afirma que ahora la prioridad es ayudar a "estabilizarlos y comenzar a trabajar".

Tras cumplir su sueño de llegar a tierras de libertad, después de tanto sufrimiento, hoy estos cubanos ven una luz de esperanza luego de que por más de 8 días deambularon por las calles de Miami, soportando las inclemencias del tiempo y expuestos a cualquier peligro.

Para aquellas personas que estén interesados en ayudar a Laura y Maikel ellos estarán durante unas horas en el estacionamiento del Walmart ubicado en la calle 3200 del Noroeste y la 79.

LA TRAVESÍA DE LOS HERMANOS CUBANOS

Laura salió de Cuba el 23 de noviembre del 2018 hacia Guyana Francesa con el fin de emigrar hacia los Estados Unidos.

“Yo quiero ser libre y vine aquí pensando que podía encontrar libertad, libre es lo que yo quiero ser, libre y sentirme como un ser humano, como en mi país desgraciadamente no pude sentirme”, dice Laura.

Ella y su hermano comenzaron su travesía épica a través de varios países sudamericanos y centroamericanos. Brasil, Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia, Ecuador, y en Colombia estuvieron “Veintipico días en la selva, nos perdimos en la selva. Sin comida ni nada, pero gracias a Dios nos encontramos un campamento de militares abandonados y había sembrado yuca”.

Allí permanecieron 5 días en ese lugar, se recuperaron y continuaron su recorrido. A pesar de los riesgos, la madrugada del 8 de enero estos hermanos decidieron cruzar el río Grande.

“Y nos fuimos arriesgándonos a todas, la puse a nadar a ella con una cámara de caucho de carro abajo de los brazos y yo me tiré al nado con la perrita.”

Su mascota, que los ha acompañado en su trayecto desde Brasil. “Ella es como mi hija, lleva 3 años conmigo”, dice Laura.

En suelo americano estuvieron detenidos durante unas horas en un centro de Inmigración en McAllen. Les dieron el I220A y les pusieron los grilletes en los pies.

“Una cosa, un sistema que es un aparato que hay que darle carga con corriente, pero como hacemos si yo no tengo corriente, no tengo un toma (eléctrico) para darle corriente. Y en muchos lugares en vez de ayudarte lo que te hacen es que te votan, como lo hago”, dice Laura.

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